Albacete es un punto de referencia importante para los brigadistas. Así lo demuestra la llegada el día 25 de octubre de 120 familiares, amigos, presidentes de las Asociaciones de brigadistas e historiadores. Entre ellos, se encontraba un brigadista de 97 años, Josep Almudever.
Junto a los visitantes de Francia, Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Holanda y de países lejanos como Estados Unidos, Canadá y China. Ya habían estado entre nosotros 300 brigadistas en 1996, otro grupo numeroso en 2011 y ahora han vuelto sus familiares y amigos. Han venido hasta Albacete, gracias a compromiso de Manuel Requena y la Agrupación para el Homenaje a las Brigadas Internacionales que les han ofrecido realizar unos actos para demostrarles el cariño y la admiración que Albacete siente hacia ellos.
Han sido tres días de convivencia emotiva como lo reflejan los actos realizados. El día 25 se procedió a la colocación de la placa en la Avenida de la Estación de Renfe, en recuerdo de que hace 80 años llegaron a Albacete, el primer contingente de brigadistas que habían salido de París. Estas mismas personas que nos visitaban habían inaugurado un monumento en la estación ferroviaria de París. Posteriormente, se realizó la bienvenida en el salón de actos de la Diputación donde hablaron políticos, el brigadista Josep Almudever, Anastasia Tsackos, hija de brigadista, Charo Rol-Tanguy, hija de brigadista y coronel que recibió en París la rendición de las tropas nazis y dos responsables de las organizaciones brigadistas.
El día 26 se desplazaron, por la mañana, a Madrigueras donde se les recibió calurosamente. Allí se presentó un documental sobre los graffitis que los brigadistas presos, en un reducto del coro de la Iglesia habían realizado. Después se visitó la exposición de fotografías de las brigadas en Madrigueras y se realizó un aperitivo de confraternización entre los visitantes y los ciudadanos. Se regresó a Albacete para celebrar la comida de Confraternización entre los visitantes y los albaceteños. Unas palabras para resaltar el afecto mutuo entre los allí presentes que compartimos la admiración por las brigadas. A los postres, diversas personas de los visitantes y de los albaceteños se dirigieron a los comensales. A las 20 horas se representó la obra de teatro, Recordando a John Cookson, escrita especialmente para ellos. Antes de su inicio, dirigió unas palabras John Kailin, hijo del autor del libro que ha servido como base de la obra de teatro.
El día 27 se realizó un recorrido por los lugares donde estuvieron las brigadas. A las 11,30 tuvo lugar un acto en la Universidad, ante el monumento a las brigadas. Manuel Requena, fundador del Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales, manifestó que la Universidad de Castilla-La Mancha y el CEDOBI han sido impulsores de la Memoria de las brigadas, por las investigaciones desarrolladas y las publicaciones. Destacó el papel primordial del primer rector, Luis Arroyo quien creó el CEDOBI y levantó este Monumento que está ante ustedes y la fallecida Rosa María Sepúlveda, secretaria del CEDOBI, al que dedicó todas sus fuerzas. El calor humano en este acto lo puso el mundo universitario, profesores, personal administrativo y, sobre todo, los estudiantes que son la futura generación que ha de trasmitir los valores de solidaridad y antifascismo. Hablaron familiares de brigadistas, entre ellos Charo Rol-Tangui, cuyo padre nos dirigió unas palabras ante este monumento en 1996. Cerró las intervenciones, el profesor de la Facultad de Medicina Julio Virseda, destacando el papel relevante que tiene nuestra Universidad en la difusión de las brigadas Internaciones. A las 18 horas, Manuel Requena les decía adiós con estas palabras: las despedidas, siempre son tristes, mejor preferimos deciros hasta pronto. Albacete tiene las puertas abiertas. Volved para compartir el orgullo de sentirnos identificados con el mayor ejemplo de solidaridad internacional que representan las Brigadas Internacionales. Sabed que en Albacete tenéis vuestra casa. Después del acto salieron rumbo a Madrid para recibir el cariño de esta ciudad, donde disfrutarán de otros tres días antes de volver a sus países.
Lo más inesperado y sorprendente, a la vez que doloroso, para la organización es el hecho de no haber recibido, ni apoyo con su presencia ni financiación económica, pese a haberles cursado varias cartas a los presidentes socialistas de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero y al de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Deseamos contrastar el comportamiento tan diferente del de 1996, en que el presidente de las Cortes, José María Barreda, y el de la Junta, José Bono, dieron su apoyo económico y su presencia personal en algunos de los actos en 1996. ¿A qué se debe el cambio de actitud? No lo sabemos, pero deberían dar una explicación a la sociedad castellano-manchega y, en especial, a los albaceteños.
Manuel Requena, historiador y Fundador del Centro de Estudios y Documentación de Las Brigadas Internacionales