Bienvenidos Refugiados Albacete es una Plataforma ciudadana plural, sin carácter partidista, ideológico o religioso, integrada por muy diversos colectivos sociales y entidades albaceteñas, también por personas a título individual con una causa común de acción: la defensa de los derechos de las personas que sufren desplazamientos forzosos en el mundo, y especialmente para vigilar y exigir el cumplimiento de las legislación europea en materia de asilo y refugio, que está siendo sistemáticamente vulnerada por todos los gobiernos europeos.
A mediados de 2015 la población en general empezó a tener conocimiento de la dimensión del drama de las personas en busca de refugio, procedentes de países de Oriente Medio y África. La fotografía del niño Aylan Kurdi muerto en una playa turca, a cuya familia se había denegado el asilo y que por ello tuvieron que cruzar el Egeo jugándose sus vidas (como tantos centenares de miles de familias), tuvo un efecto movilizador (aunque efímero) y conmovió a muchas personas. En ese clima social, a mediados de 2015, diversas entidades y colectivos sociales en diferentes ciudades españolas, lograron que algunas ciudades se declaran “ciudades acogedoras” y se implementaran dispositivos desde los ayuntamientos de Madrid, Barcelona o Valencia para la acogida de estas personas.
En el caso concreto de Albacete, es el 16 de marzo cuando se constituye la plataforma “Bienvenidos Refugiados Albacete”, sumándose a las plataformas existentes en Europa y España para defender los Derechos de las personas que sufren desplazamientos forzosos en el mundo, y especialmente para vigilar y exigir el cumplimiento de la legislación europea en materia de asilo y refugio. En Albacete hay 36 plazas de acogida disponibles (gestionadas por ACCEM con fondos del Ministerio del Interior), que se ocupan en función de las decisiones de reubicación del gobierno nacional, que es quien tiene la competencia para permitir que entren a la península y asignarles Albacete como lugar de acogida inicial.
María José Aguilar Idáñez, Catedrática de la UCLM y directora del GIEMIC, es una de las personas promotoras de la plataforma ciudadana Bienvenidos Refugiados Albacete, y miembro del equipo permanente de trabajo de la misma. Las iniciativas ciudadanas muchas veces surgen por la gestión ineficaz de los políticos, ¿Es Bienvenidos Refugiados el caso?
Efectivamente. Frente a la hostilidad que alientan y promueven los gobiernos, la plataforma trabaja por la hospitalidad como única respuesta posible y coherente con el estado de Derecho y los valores democráticos.
Cuando los Estados no cumplen con su obligación, debemos que ser los ciudadanos y ciudadanas quienes velemos por el cumplimiento de esta legislación internacional en materia de asilo y refugio, que se está incumplimiento de forma sistemática, vergonzante y criminal, por parte de todos los gobiernos de la UE. Puede parecer una paradoja ya que –históricamente- las reivindicaciones ciudadanas han perseguido modificar las normas y legislación existentes; pero en este caso, por primera vez, son los Estados y los gobiernos quienes incumplen las propias leyes y somos las ciudadanas quienes nos movilizamos para exigir el cumplimiento de la ley y el respeto a los Derechos Humanos.
¿Cuántas personas lo formáis?
Desde marzo y hasta mediados de octubre, hemos estado trabajando unas 40 personas, entre gente a título individual que colabora con la plataforma y representantes de más de 20 entidades y colectivos sociales de Albacete que se sumaron a la misma. Eso nos obligó a tener un equipo coordinador temporal rotativo durante esos meses.
Pero por razones de eficacia operativa, a mediados de octubre decidimos que tendríamos dos formas de participación/adhesión a la plataforma, dependiendo del compromiso de trabajo y tiempo de dedicación que cada miembro pudiera aportar. Por un lado, se puede ser entidad adherida a la plataforma (apoyando las acciones, difundiéndolas y colaborando en todo aquello que se organice, y aportando una cuota de 10 euros cuando se necesita dinero para realizar determinadas acciones). Por otro, además de la adhesión, se puede ser miembro del grupo de trabajo permanente, lo que exige participar en las reuniones quincenales de trabajo y asumir tareas de organización de las actividades que entre todos se acuerdan.
Las personas que forman Bienvenidos Refugiados Albacete no han dejado de moverse y participar activamente, éstas son solo algunas de las cosas que han conseguido y hecho desde su creación:
Desde sus inicios, en Bienvenidos Refugiados Albacete decidieron hacer una concentración mensual, todos los primeros viernes del mes (sin excepción) en la plaza del Altozano para visibilizar el drama criminal y la violencia institucional y directa que sufren las personas en busca de refugio. “Se trata de una acción de denuncia permanente que seguiremos realizando todos los meses y durante los años que haga falta”, señala María José Aguilar.
“Además, hemos organizado concentraciones y convocatorias en días especiales en que nos hemos sumado a varias convocatorias nacionales e internacionales específicas (Día Mundial del Refugiado el 20J, Día de acción por los derechos humanos de los refugiados en mayo, etc.) y también, hemos intervenido en el pleno del Ayuntamiento como plataforma, y hemos presentado (y conseguido que se aprobaran por unanimidad) dos mociones municipales, con las que hemos logrado –entre otras cosas- 7.000 euros de ayuda humanitaria de fondos locales para enviar a entidades que trabajan en con refugiados en tareas de salvamento y desarrollando proyectos en los campos”.
También han hecho otras acciones ciudadanas como repartir en la calle más de 2000 hojas informativas de la plataforma, han tenido presencia en la feria de las culturas de la ciudad, distribuido más de 4000 flyers y 200 carteles con motivo del Día Mundial de las personas refugiadas, participado en programas de radio y otras acciones de difusión de ese estilo.
La última actividad, durante la pasada feria en septiembre, ha sido la campaña “RefugioXNarices” de sensibilización y recaudación de fondos (que han enviado a SOSRefugiados, Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, y a ProActiva Open Arms).
“Tenemos previsto realizar una serie de actividades en los próximos meses que ya estamos organizando: la primera (antes de navidad, seguramente el 14 de diciembre) será una mesa de debate en el Ateneo, con dos personas que han estado en los campos de refugiados en Grecia y han realizado fotografías y escrito un libro con testimonios allí recogidos. Ese libro será presentado durante el acto y el 100% de lo recaudado con su venta, será enviado a esos campos de refugiados. En enero de 2017 estamos organizando una exposición fotográfica (en la Casa Perona), sobre la situación de los refugiados en nuestra frontera sur. Se trata de 50 fotografías del fotoperiodista y activista ceutí Antonio Sempere, con quien mantendremos una charla-coloquio. En primavera nos gustaría organizar un ciclo de cine en la filmoteca para llegar a diferentes personas y otras actividades al aire libre que permitan visibilizar en distintos lugares de la ciudad esta crisis de humanidad que los gobiernos europeos están provocando”.
¿Cuáles son los principales obstáculos con los que os encontráis como organización?
El obstáculo principal es la indiferencia social e institucional. Hablo de indiferencia como dispositivo, que no hay que confundir con simple apatía. La indiferencia exige un borrado activo de la humanidad de otras personas a quienes se excluye de nuestro espacio moral, mediante un proceso de negación de los hechos, de nuestra implicación y responsabilidad en lo que está sucediendo, y mediante la construcción de una imagen de las personas desplazadas como amenaza a nuestra supuesta identidad o nuestros recursos. Hace unos días decía Noam Chomsky que las personas refugiadas no son un peligro, sino que están en peligro. Y yo añado más: están en peligro a causa de nuestra inacción e indiferencia, que nos convierte a todos en cómplices y en responsables de la situación de violencia extrema que sufren antes de llegar a nuestras fronteras, en nuestras propias fronteras, e incluso una vez dentro del territorio nacional, donde también se violan sistemática y diariamente sus derechos humanos (en los CIE, por ejemplo).
¿Crees que la gente está concienciada con la problemática real de los refugiados?
Decía hace unas semanas Javier Baeza, que “nuevamente asistimos a esa disociación entre las necesidades de las personas, la lenta y torpe administración pública y la generosidad ciudadana. Donde otros ven problemas, ésta última encuentra resquicios para el ejercicio de la solidaridad que humaniza y construye sociedades democráticas”.
Sin embargo, es obvio que no es generalizada esa respuesta solidaria. En muchos casos se trata de una “compasión sin compromiso”; es decir, la gente se conmueve momentáneamente con ciertas imágenes, pero al poco tiempo vuelve a comportarse con total indiferencia pensando que ese problema no es asunto suyo. En muchos casos se termina culpabilizando a las propias víctimas de su situación, y las políticas de rechazo y violencia (que, si no matan directamente, al menos dejan morir deliberadamente a ciertos grupos de personas) no hacen sino reforzar esa visión, tan errónea y falsa como poderosa para justificar nuestro statu quo.
Yo diría que, frente a las migraciones forzosas el papel de la gente en la sociedad civil es ambivalente: se observan respuestas organizadas y espontáneas tanto de profundo rechazo xenófobo y racista, como de verdadera acogida y solidaridad.