12 de junio de 2013 - 12 de junio de 2024

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años de periodismo
Un 34 % de personas reconoce que debido a las compras navideñas pasa apuros económicos

Los Reyes Magos no están en crisis

¿Necesitan los niños y desean de verdad alguno de estos juguetes que piden? En la mayoría de los casos ya ni se molestan en escribir carta.

Imagen del Diario de Navarra
Miguel Ventayol

¡Atención papás y mamás! Voy a hablar de cosas que vuestros pequeños no deberían de leer. Así que, cuidado.

Ha llegado la Navidad y nada tiene que ver con la religión o con los valores que se aprendían en el colegio antes de los años 80. ¡Qué le vamos a hacer! Ahora la Navidad es gasta que te gasta y con suerte, te juntas con la familia y los amigos a darte el atracón.

Pero no es de eso de lo que quería hablar sino de los precios de los regalos infantiles, los que hacemos sí o sí, los que hacemos porque los niños son el espíritu de la Navidad y sin ellos saltaríamos desde el puente de la Constitución a San Antón. Una casa que se precie tiene que regalar y regalar mucho a los niños, pongamos hasta los 14 o 16; luego ya les damos perras y que se apañen. Para que se enteren de que con 50 euros no se va a ningún lado.

El otro día nos mandaron un estudio de una empresa privada de compras a través de Internet donde decían que un 34 % de personas reconoce que debido a las compras navideñas pasa apuros económicos. Mal empezamos. Porque la mitad de nosotros o ellos, los encuestados, pensamos gastar (la empresa de compras dice invertir, tiene guasa el asunto) entre 200 y 500 euracos.

A mí no me molesta regalar, supongo que a casi nadie le molesta regalar. Y que le regalen a uno menos aún; pero cuando tus niños, sobrinos, vecinos y familiares más cercanos te pasan el listado de los juguetes que quieren, desean y, ¡cómo no se lo vas a comprar!, ansían, pues zapatazo. Los juguetes infantiles cuestan un pastón.

El regalo más chorra de las jugueterías que un niño eligue se acerca a los 50 euros (más de ocho mil pelas, chaval, 8.000). Ahora es cuando empieza la multiplicación. Pon que con suerte en tu familia haya cuatro menores, mínimo 400 euros…solo en niños…

La cuestión es si estos mismos niños necesitan realmente, y desean de verdad, alguno de estos juguetes que piden; en la mayoría de los casos ya ni se molestan en escribir carta, ¡eso es del sigo pasado! Ahorramos papel pero no ahorramos plástico.

Luego revisas el trastero, revisas la habitación de tus chiquillos y dime si juegan con todos y cada uno de esos superjuguetes. Ahora es cuando te sinceras y me dices que juegan más con la caja de cartón, o con la pelota, o con la bici. Si no has dicho mentalmente «¡¡un palo, un palo!!», premio.

¡Que la culpa no es de los críos! Que la culpa es de la sociedad, de ZP; de Fidel, de Trump, de Putin o del coreano, sí, sí, sí.

Ala, me voy a la juguetería porque si no, me transformo en un mal padre, mal tío, mal padrino, mal vecino. Y si paso penurias como dice el estudio, al menos me quedará la sensación de que todos estos menores aprenderán el verdadero valor de la Navidad.

Compras, navidad, niños, Reyes Magos