Las calles reclaman igualdad

8 de marzo histórico, huelga feminista

Albacete Cuenta

La paradoja del cuervo es una paradoja propuesta por el filósofo alemán Carl Hempel en la década de 1940 para ilustrar un problema en el que la lógica inductiva desafía a la intuición.  La afirmación “todos los cuervos son negros” es equivalente en a la afirmación “todas las cosas que no son negras no pueden ser cuervos”. La cuestión sería si se puede distinguir entre la evidencia inductiva para la primera proposición que arrojaría cada cuervo negro que se encontrara, y la evidencia que pudiera proporcionar a esa misma proposición cada ejemplo de una cosa que no sea negra que tampoco sea un cuervo.

Una extraordinaria contribución reciente del gobierno de M. Rajoy a la Ciencia de la Lógica ha consistido en darle una nueva orientación a la paradoja de Hempel. En efecto, el artículo que firmaba M. Rajoy en El País el 18 de febrero de 2016 acababa diciendo:

Son sólo algunos casos de muchos, pero son elocuentes del drama que viven los venezolanos. Y yo hoy quiero repetirles que el Gobierno de España y el partido que represento no dejarán de acompañarles ni en este aniversario ni nunca. Porque queremos para los venezolanos lo mismo que los españoles disfrutamos cada día: democracia, libertad y seguridad.

Con políticos encarcelados, con manipulación informativa, con expulsiones de la carrera judicial o la promoción estratégica de jueces y fiscales, con múltiples casos de censura, algunos con procesos judiciales y encarcelamiento, con la Ley Orgánica 4/2015 de 30 de marzo, llamada la ley mordaza, con las tramas corruptas del Partido Popular, etc., ha conseguido así para los “españooless” lo mismo que decía no querer para los venezolanos.

Y así una variante de la paradoja de Hempel se podría presentar por medio del enunciado “lo más parecido a un no-cuervo que se pueda encontrar es un cuervo”. O con contenido político: lo más parecido a una nación como España, que no quiere parecerse para nada a la República Bolivariana de Venezuela, es la propia Venezuela.

En la manifestación del 8 de marzo en Albacete, un equipo de grabación iba preguntando a determinados asistentes por si querían hacer declaraciones. En general, salvo los dirigentes, la gente evita comentar. Se acercaron a un señor mayor que había cerca de mí, que con tranquilidad les dijo que no perdieran el tiempo, que no tenía mucho que decir, pero que en cualquier caso estaba seguro que lo que declara no iba a ser emitido en su cadena. Y, además, que les podría ocasionar problemas con la dirección de su medio. Pero que si a pesar de todo querían realizar la entrevista, quedaba a su disposición. La entrevista transcurrió más o menos así:

P.- ¿Es usted dirigente de algún partido, sindicato, o institución?

R.- No, no. Parafraseando al clásico, no podría permanecer ni un minuto en una organización que tuviera a alguien como yo de dirigente.

P.- ¿Qué es principalmente lo que quieren reclamar?

R.- A mí me parece que hay diversas exigencias. Como comprenderá, al haber distintas procedencias, es muy difícil la unanimidad sin fisuras.

P.- Pero, bueno, en particular, ¿qué es lo que pide usted, cual es su razón para estar aquí?

R.- He venido sólo a acompañar, a estar aquí. Como he leído hace poco en un artículo titulado El despertar de la calle, he venido, y voy a seguir viniendo, tal vez tan sólo para combatir los malos pensamientos y la desesperanza que a uno le asaltan en los entornos privatizados a los que nos quieren conducir las políticas neoliberales. Pero no reclamo nada: ¿a quién se le podía hacer una reclamación?

Al gobierno actual le falta capacidad técnica. Por ejemplo, si se comparan en la tabla 4335 del Instituto Nacional de Estadística, de las horas efectivas semanales medias trabajadas en España, las cifras del cuarto trimestre de 2016, y la del primero de 2017, están por debajo de las respectivas de 2011 y 2012, que son las últimas que corresponderían al gobierno de Rodríguez Zapatero.

Al actual gobierno de la nación también le falta voluntad política, como mostraron los recortes en gasto social que se produjeron con el gobierno del Partido Popular en Castilla-La Mancha de 2011 a 2015, y que tenemos tan presentes aquí. Y la desidia en tantos aspectos en relación con el bienestar de la mayoría de la población como la igualdad de las mujeres o el problema de los pensionistas.

Y, por supuesto, le falta dignidad moral, como se desprende del tratamiento que han hecho, hacen, y seguirán haciendo, en relación con el problema de su propia corrupción, de la obstrucción de la gestión económica, política, social y cultural de determinados ayuntamientos y comunidades autónomas, etc.

P.- Y, por último, ¿cómo espera que evolucionen este tipo de fenómenos en relación con la salida a las calles?

R.- El momento es muy interesante respecto de muchas dimensiones: la política, la social y la económica, sin olvidar la dimensión institucional. Parece que el desgaste y la falta de autoridad moral del gobierno, sobrado por otra parte de autoritarismo, pueden derivar en un deterioro de la institución monárquica. Da la impresión de que se estuviera renunciando en determinados aspectos a algunos cauces de su legitimación social.

 ¿Alguno de los amables lectores ha visto la grabación, o ha podido oír el audio de esta entrevista en algún medio de comunicación con determinado nivel de seguidores? En realidad solo en Albacete Cuenta, que se entiende a sí mismo como un medio de comunicación con vocación de servicio público, se han podido plantear su publicación. Esta política de comunicación es la que el liberalismo llama la rica pluralidad de información que él mismo proporciona.

 

Autor: CP a 8 de marzo de 2018

 

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