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¿Tuvo apoyo social Verónica?

Albacete Cuenta
«El día 11 de noviembre de 1997, Verónika decidió que habia llegado, por fin, el momento de matarse»
De esta manera, nos presenta el bucólico Coelho a Verónika en un libro de autoayuda barata del que -sin embargo- emanan frases para enmarcar.
Barata, digo,  porque Coelho siempre ha referido la «autoayuda» como sujeto independiente del contexto. Verónika era ella, pero no sus circunstancias.
Mi Verónica, con C, no trabaja en una bibliototeca, trabaja en Iveco, mi Verónica no tiene los ojos verdes, mi Verónica, a diferencia de la de Coelho no está segura de su decisión, pero la ejecuta de todos modos.  Mi Verónica, no tiene crisis de existencia. Mi Verónica vive. Por eso muere.
A pesar de eso, mi Verónica vive en un mundo en el que siguen señalando a las mujeres por ser libres sexualmente. No es mi Verónica la que decide morir. Es el patriarcado el que se lo recomienda. 
Verónica vive en un mundo en el que, a pesar de muerta es culpable.
Al contrario que Coelho, yo si le digo a mi Verónica que se convirtió en aquello que hicieron los demás con ella.
Lo que los demás hicieron de nosotras fue el sentimiento de pecado: pecamos de ofrecer la manzana, pecamos de minifalda, pecamos de vivir el sexo en el sentido que entendemos nosotras mismas y no de entenderlo como lo entienden con quien nos acostamos.
A Verónica le recomiendan, a Verónica le reprochan. A Verónica la juzgan.
Si Verónica estuviese viva sabría que las feministas no metemos a los hombres en el mismo saco, pero Fran Rivera sí que lo hace. Si Verónica estuviera sabría que Fran Rivera no es todos los hombres. Que no todos enviaron su vídeo.
Muy a mi pesar, acabo mi texto dándole la razón a Paulo -frasecitas matutinas motivadoras- Coelho: “Hay ciertos combates en la vida que solo tienen dos resultados posibles: o nos destruyen o nos hacen más fuertes”.
Si Verónica estuviera aquí le diría que, en su nombre, hemos elegido lo  segundo.
 
» He aquí que os dí el poder de pisar serpientes… y nada podrá causaros daño»… comenzaba el libro de Coelho.
acoso, machismo