Este lunes, 20 de enero en el Ateneo de Albacete tuvo lugar la conferencia ‘Agua, Cambio Climático y Desarrollo Rural’ a cargo de D. Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Gobierno de Castilla-La Mancha que preside D. Emiliano García-Page Sánchez.
La actividad de este lunes, a uno lo reconcilia con la política. Exagerando, como una broma, me he acordado de los tiempos de la radicalidad, del 68, de la primera Transición, donde desde nuestra juventud definíamos el «acto político», como el «acto poético». Bueno y sin exageración, si me apuran. Lo poético es lo que crea significados que antes no existían. Y eso ocurrió ayer. A partir del tema del Agua es como si se hubiera reinventado la integración de Castilla-La Mancha. Desde el Señorío de Molina, o el caudal ecológico de Talavera, al Alto Guadiana, a La Mancha, y hasta la Sierra de Segura. Una visión integradora, activa, colaboradora, constructiva y esperanzada.
Pese a las inclemencias del tiempo la asistencia fue muy amplia. Hasta 58 personas que casi llenaban el salón de actos del histórico edificio de la Calle Feria. La presentación del conferenciante y la moderación fue realizada por el presidente del Ateneo, D. Tomás Mancebo que recordó que este año se cumple el 140º aniversario de la institución.
Arroyo fue aludiendo a los distintos temas que quería remarcar con ilación y fluidez. Comenzó con una declaración de seriedad y compromiso: se trataba de analizar una realidad muy compleja. Un comienzo esperanzador al que correspondió con decisión y ejemplaridad en todo momento. Hay que preservar la biodiversidad en un proyecto en el que lo más importante es obtener un desarrollo rural sostenible. Y en el que, aunque se cumple con las Normativas europeas, el esfuerzo no es aún suficiente.
Luego habló del agua, como el factor más limitante para el desarrollo agrario, con una situación agravada por haberse propuesto, ya de tiempo, otros modelos de desarrollo que ahora se comprenden como impracticables, como el de los largos canales. El concepto central en el tema del agua que propone es considerarla un bien público, con objetivos públicos centrados en la redistribución de riqueza. En el desarrollo se iban determinando con las precisiones numéricas relevantes, al carácter prioritario de los diferentes aspectos, dentro de un enfoque necesariamente global sobre el Trasvase Tajo-Segura, la política de regulación de los pozos pendientes en el Alto Guadiana y la tubería a la llanura manchega. Para el consejero, el objetivo debe ser «ayudar a la gente que vive en los pueblos y que son profesionales de la agricultura, para el desarrollo del territorio» y, por otro lado, «hacer viables las explotaciones pequeñas y familiares».
Se refirió a la próxima Ley del Agua, al Plan de Depuración, -a precisar en la Mesa Regional del Agua convocada para el día 31 en Albacete-, a las ayudas en relación con el Cambio Climático, a la Ley de Economía Circular, al Plan de Gestión de Residuos y a la producción de energías renovables en la comunidad, en las que Castilla-La Mancha es la primera en energía fotovoltaica y la cuarta en energía eólica, a unos niveles en los que puede alcanzar la autosuficiencia.
Para afrontar el Reto Demográfico, recientemente ascendido a categoría de Vicepresidencia, el consejero propuso varios criterios a través del desarrollo económico como: la necesaria zonificación dentro de la visión de conjunto, ya que los problemas de desarrollo son distintos, por ejemplo en el Señorío de Molina, en La Mancha o en La Sierra de Segura; así como, el tratamiento con fiscalidades diferenciadas, incluso con la reducción de los costes sociales en los nuevos proyectos empresariales, y en la consideración de los recursos a través de la PAC, que aún acaban resultando insuficientes.
A partir de la premisa de que sin la preservación de la gente en el territorio no se puede hablar del Medio Ambiente, se citaron algunas iniciativas, como la protección de áreas ZEPA para las aves esteparias, como la avutarda o la perdiz, que suponen ayudas superiores (208€/ha) al potencial de producción agraria e insistió en la necesidad del enfoque global y en la superación de los problemas en la comunicación de las dificultadas que se presentan en la tarea de defender el medio ambiente.
Después de 45 minutos de sugerencias y de compromiso con los problemas que se presentan en relación con el objeto de la conferencia, en el turno de preguntas algunos representantes de grupos ecologistas (José Julio Del Olmo, tan importante en la realización de éste Ciclo), de regantes del Alto Guadiana, de asociaciones agrarias, contribuyeron a dar cada uno un enfoque de los problemas desde sus diferentes puntos de vista y que respondían y se integraban en la complejidad y globalidad en las que el conferenciante había enmarcado su contribución. También intervino Francisco Javier Carmona para sugerir la conveniencia de aplicar el concepto de zonificación diferencial a otras ayudas administrativas.
En total, dos horas de actividad que a la mayor parte de los participantes se nos pasaron volando. Un ejemplo esperanzador de actividad política colaborativa e integradora que pone de manifiesto la importancia por su excepcionalidad, si se compara con los ambientes y el tono de la reciente Sesión de Investidura, o el último Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha.
Un mérito sobresaliente del conferenciante. Al término de la conferencia, coincidí con él en la salida y le conté que nos había parecido muy meritoria su aportación, me dijo que no había logrado integrar bien del todo, durante su exposición, las propuestas sobre Medio Ambiente con el resto de las orientaciones que había expresado en su intervención, aunque luego lo había intentado corregir en las respuestas a la preguntas. Lo que para mí, supuso un ejemplo adicional por la autoexigencia que Martínez Arroyo se impone como gestor público. Cuando le dije que yo no había notado esa disfunción, me dijo que no tenía mucho valor mi apreciación porque, al fin y al cabo, parecía más un seguidor suyo que un analista imparcial.
En realidad y más allá de la anécdota, lo cierto es que ocurrió como un milagro. Cuando era estudiante de bachillerato, allá por los años sesenta, tuve una profesora de Inglés que había sido script en alguna producción española de Samuel Bronston. Nos dio un curso de cine. Íbamos a las películas recientes (Bergman, Wise, De Sica, Chaplin, etc.) y nos explicaba los elementos del lenguaje cinematográfico. Por cierto, era un centro público de educación: el Instituto Alfonso VIII de Cuenca. Uno de los conceptos que aún recuerdo y que entonces me sorprendió es que la actitud de los espectadores al salir de la sala es uno de los mejores indicadores del nivel estético de una película. Si la gente sale como flotando, alegre, comunicativa, eso es un buen indicador. Si sale en silencio, con las miradas perdidas, con inseguridad, eso es otra cosa. Pues bien, en el Ateneo, después de dos horas, de atención intensa, de esfuerzo de comprensión, de trabajo de elaboración, etc., los asistentes salimos sonrientes, comunicativos, satisfechos y contentos de haber estado allí. Y es posible que sea un seguidor y admirador del conferenciante. Lo que pasa es que soy un ciudadano fácil. Y simplemente trato de ser coherente con mi actitud de cuando era profesor, que les proponía a los estudiantes, frente a la absurda fatiga, el aprendizaje como esfuerzo venturoso. Así que ninguna propuesta de trabajo apasionado, sentido, hacia la igualdad, la libertad y el progreso me deja indiferente. ¿Y a ustedes?
El ciclo de conferencias ha sido organizado por Ecologistas en Acción y realizado a través de un convenio de Globalcaja y el Ateneo, en el que también participa La Tribuna de Albacete, y en el que ha habido más de una docena de conferencias que comenzaron el día 7 de marzo de 2019 con la intervención de Juantxo López de Uralde, ex director de Greepeace y diputado nacional de Unidas Podemos. La participación ha sido variadísima en este ejemplar ciclo con Carlos Taibo, Manuel Miranda Martínez, Rosa González de la Aleja, Gunnar Andersen, Esperanza de Marcos Sanz, Luis González Reyes, Theo Oberhuber, Jorge Navarro González, Herminio Molina, Carlos Corral Sáez, una representación de Jóvenes por el Cambio Climático y Goyo López, si no nos olvidamos de alguien.