7 cuencas hidrográficas atraviesan Castilla-La Mancha

Agua e infraestructuras contra la despoblación en el campo más sostenible de España

Javier Carmona

Castilla-La Mancha, situada en el centro peninsular, es cabecera de siete cuencas hidrográficas, de ellas las cuatro más significativas por su extensión son Tajo, Guadiana, Júcar y Segura; siendo las otras tres de menor superficie: Guadalquivir, Ebro y Duero. Sí, queridos lectores, Castilla- La Mancha a pesar de ser una región seca, hace posible que corran la mayoría de los grandes ríos españoles gracias a las precipitaciones de agua y nieve que recogen sus todavía extensos montes en las principales cordilleras de la orla de la región.

Su posición geográfica central influye también en las comunicaciones por carretera, porque cinco de las seis autovías radiales que salen de Madrid pasan por nuestra región (todas excepto la de La Coruña). Sin embargo, esta situación privilegiada a priori no ha evitado que Castilla-La Mancha quedase al margen de la industrialización de España, por lo menos hasta la llegada de la Autonomía en 1982.  A partir de entonces, las infraestructuras han mejorado notoriamente, y en lo que llevamos de siglo XXI se han construido otras autovías transversales como la Autovía de los Viñedos y la Autovía Valencia-Extremadura, quedando conectadas también a la red de autovías las cinco capitales de provincia. La red secundaria de carreteras y los caminos públicos forman un entramado básico para la comunicación en las zonas rurales, caminos que se han mejorado con la inyección de cerca de 50 millones de euros por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha y de las cinco Diputaciones Provinciales. Por cierto, en la provincia de Albacete podemos decir que tenemos una de las mejores red de carreteras.

El ferrocarril también es importante en la región, siendo Albacete pionera en la llegada del ferrocarril en 1855. El nudo de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) es una encrucijada ferroviaria entre el sur y el levante peninsular. La llegada del AVE, llegó también con el cambio de siglo y conecta la región con el resto de la red de vías férreas de alta velocidad del país y de Europa, incluidas sus cinco capitales, acortando tiempos de viaje y reduciendo distancias.

Pasando del transporte de personas y mercancías al transporte del agua, este preciado y cada vez más escaso recurso natural, tenemos canales de distribución de agua para riego, véase por ejemplo la Mancomunidad de Canales del Taibilla ,en Nerpio o los Canales de la Margen izquierda y de la Margen Derecha del Guadiana.  La red de acequias para el riego, constituye el entramado más fino para repartir el agua en los regadíos cercanos a las vegas de los ríos, regadíos que gestionan las comunidades de regantes o bien las sociedades agrarias de transformación. Para beber o uso de boca, contamos con la Tubería a la Llanura Manchega, que se encuentra muy avanzada, con el primer tramo ya listo para abastecer a quice municipios, en la próxima primavera. La obra hidráulica de mayor envergadura de toda la democracia.

Pero tenemos también en Castilla-La Mancha otro canal que nos cruza de norte a sur: el controvertido Trasvase Tajo–Segura.  Este canal, además de llevarse el agua fuera de nuestra región y de perder cerca de un 15% del agua que lleva por evaporación, tiene una parte de túnel de 32 km de longitud que perforó el acuífero del subsuelo en la provincia de Albacete y hace que continúe saliendo agua por abajo aunque arriba el grifo de los embalses de Entrepeñas y Buendía esté cerrado. Menos mal que gracias a las gestiones del consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que hace honor a su segundo apellido, hemos recibido las compensaciones en forma de 2 Hmde agua anuales para los regantes de Agramón (Hellín) desde el río Mundo. Este es solo un ejemplo de otros muchos logros en materia de agua, porque la interlocución fructífera de esta Consejería con las Confederaciones Hidrográficas que afectan a nuestra región ha mejorado y mucho desde la puesta en marcha del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con categoría de Vicepresidencia, organismo de quien despenden las históricas Confederaciones Hidrográficas. Otros logros han sido la concesión de otros 5,3 Hm3 agua para regar una superficie cercana a las 2.000 ha.  Recordemos que 1 Hm3 son mil millones de litros de agua. Para modernizar las infraestructuras de regadío se han destinado más de 60 millones de euros en ayudas dentro del vigente Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Castilla- La Mancha.  Además, se ha creado la Federación de Regantes de Castilla-La Mancha, la Mesa del Agua y el Pacto por el Agua, estando en elaboración una Ley de Aguas para Castilla-La Mancha.

Para pedir más agua con razón hay primero que consolidar y justificar su necesidad, y esto se está consiguiendo con la creación de nuevas superficies de regadío, con riegos eficientes por goteo, y construyendo más y mejores infraestructuras para la distribución sin pérdidas del agua, desde su toma o pozo hasta su salida en el terreno a regar.

Una hectárea de regadío puede generar entre 4 y 5 más riqueza que una hectárea de secano y, en consecuencia, el agua es básica para fijar la población en el medio rural porque conlleva la creación puestos de trabajo y posibilita el funcionamiento de una potente industria agroalimentaria cercana al terreno de producción. Se trata de cosechar y procesar los productos agrícolas in situ, dando valor añadido a nuestros productos agrarios y evitar deslocalizaciones de las industrias transformadoras para trabajar con seguridad económica en cada comarca y para favorecer el respeto al medio ambiente, impulsando el desarrollo rural y la creación de riqueza para las mujeres y hombres de Castilla-La Mancha, sin ir más lejos, aquí mismo en nuestra región.

Francisco Javier Carmona García

Dr. Ingeniero de Montes.

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