El cambio climático nos aprieta cada vez más: los cambios anormales de temperaturas son frecuentes, las lluvias se han vuelto irregulares y las estaciones del año se confunden entre sí. Pero, ¿hay todavía posibilidad de volver al clima estable del siglo pasado? ¿O ya es demasiado tarde? Veamos el panorama desde dos enfoques: el de la acción social y el de los avances tecnológicos.

La acción social

Hay movimientos sociales, ya se sabe «joven educa a joven». Pero también, la educación ambiental se abre paso en los centros educativos y entre asociaciones varias, impulsada por las Administraciones se desarrollan programas como el  «Cuidemos el Planeta», que augura un futuro esperanzador. A ella contribuye la Agenda Escolar 2030 de la provincia de Albacete, que conlleva la participación activa de 50 centros educativos, cuyos protagonistas son los propios alumnos.

Tras un diagnóstico, los alumnos deciden democráticamente qué proyecto socioambiental necesita su centro, luego lo desarrollan y, finalmente, lo evalúan. Por ejemplo, Aulas sin ruido, Patios verdes o Bancos de la amistad. Empleando la fórmula «joven educa a joven» transmiten la sensibilidad ambiental y la solidaridad por su centro y por sus familias.

ESenRed, la Red de Escuelas por la Sostenibilidad de España, conecta todos los esfuerzos de las redes autonómicas formadas por técnicos, docentes y alumnos que trabajan en Agenda 2030 Escolar.

Hay otros ejemplos de activismo medioambiental que vienen de antiguo: los grupos ecologistas. De pequeño, recuerdo verlos en la ‘tele’ con sus zodiac entorpeciendo el lanzamiento de bidones de residuos radiactivos desde un barco al océano, a una le cayó un bidón encima. Aunque a algunos no les gusten, hay que reconocer que sin los ecologistas formados estaríamos peor todavía, porque son la parte crítica y activista necesaria para luchar contra los desmanes ambientales.

Pero también muchos agricultores, ganaderas, selvicultoras y pescadores, convencidos de que respetar el medio ambiente es la única manera de poder seguir produciendo sano y con futuro trabajan con cuidado en el campo, en el monte o en el mar, siendo las garantes de la defensa de la naturaleza. Sin llegar a ser escrupulosos, emplean métodos y materiales no agresivos con el ecosistema que permiten aprovechar conservando.

Por su parte, las Administraciones públicas velan porque se cumplan la Normativa ambiental que deriva en gran parte de nuestra pertenencia a la Unión Europea. Esta institución comunitaria, además de leyes nos da buenos cuartos para mantener el sector primario de la economía (del orden del 30% de la renta agraria), por eso de que comer con seguridad todos los días es muy importante.

Los agentes medioambientales, la Guardia Civil y la Policía Nacional están atentos para evitar agresiones al medio ambiente, educando y advirtiendo, pero también sancionando en caso de incumplimientos reiterados o dolosos.

También, los ingenieros de Montes y Forestales hacen su labor para que el monte ordenado gane terreno y sean menos vulnerables frente a los incendios en el medio ambiente, cada año más voraces.

Los técnicos de los Servicios de Medio Ambiente trabajan para que reduzcan, se reutilicen y se reciclen (mejor por este orden) los residuos que generamos.

Avances Tecnológicos

Dejando el plano social y adentrándonos en lo material, hay avances científicos y tecnológicos tangibles para disminuir la contaminación y la emisión de dióxido de carbono. Algunos ya se han logrado otros están en fase de estudio. La suma de ambos permite dibujar un panorama algo más positivo.

Hoy en día, las depuradoras de aguas residuales urbanas e industriales, separando las pluviales, permiten devolver el agua usada a los ríos o al mar en condiciones aceptables.

Las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos reciclan del orden del 23% de la fracción resto, la que va al contenedor genérico. Es difícil aumentar este porcentaje porque la mezcla de residuos y los impropios no lo permiten. En consecuencia, para depositar la fracción resto hay que ir a los puntos limpios o llamar al ayuntamiento para que nos lo recojan debajo de casa en caso de voluminosos. Por contra, el papel, el vidrio y los envases ligeros que se depositan por separado en sus contenedores específicos se recuperan en su práctica totalidad. El contenedor marrón para la fracción orgánica se va implantando poco a poco para después hacer compost y abonar terrenos cultivados. El SIGFITO ha conseguido que se recojan y se reciclen las garrafas de plástico de productos fitosanitarios que antes estaban tiradas por todo el campo.

En las obras se exige un plan de gestión de residuos para valorización y en los proyectos y planes tienen que pasar por Evaluación Ambiental, con información pública antes de ser aprobados para asegurar que no serán perjudiciales para el medio ambiente aplicando medidas preventivas correctoras o/y compensatorias de sus posibles efectos ambientales negativos.

La Red Natura 2000, fruto de las Directivas Comunitarias protege cerca del 27% del territorio en España. Se ha conseguido recuperar especies de fauna como el lince y el lobo.

Las líneas eléctricas se han corregido para dificultar la muerte de avifauna por electrocución y colisión, son los protectores de color naranja que vemos en los apoyos y las cintas que cuelgan de los cables.

Las Confederaciones Hidrográficas controlan el agua superficial y subterránea para que no se demanden sus usos y ponen coto a la contaminación de las aguas.

Las Leyes de Caza y de Pesca protegen las especies hacen compatible el binomio caza – conservación.

Los parques eólicos y parques solares se han multiplicado desde los años 90, y en Castilla-La Mancha podemos ser ya autosuficiencientes en energía eléctrica verde.

Los coches eléctricos, aunque no son espíritu puro por los costes ambientales de fabricación de las baterías, van sustituyendo a los de gasolina o de gasoil, más contaminantes que los movidos por electricidad, ese agente silencioso y potente que ya utilizaba el Nautilus del Capitán Nemo.

Las bolsas de plástico disminuyen, los cubiertos de plástico de un solo uso se prohíben, los sistemas de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) se van a aplicar también al sector textil. Y así un buen compendio de medidas que vamos incorporando en nuestro día a día.

La Mayor

Pero también hay grandes lastres que no nos dejan avanzar hacia la neutralidad de emisiones de carbono a la atmósfera: 16.000 aviones diarios en el aire no lo puede soportar el planeta, ni 90.000 barcos mercantes, ni tampoco 1.500.000.000 vehículos a motor circulando en el mundo. Si esto no lo frenamos radicalmente, no habrá oportunidad para los humanos en la Tierra. Esperemos pararlo entre todos, ¡con la ayuda del Gobierno!

Francisco Javier Carmona García
Albacete, 15 de mayo de 2024