Radiante e informal. Así ha llegado Carla Antonelli a la estación de tren de Albacete donde le esperaban con flores miembros de Juventudes Socialistas de la provincia y del colectivo ABLesgay. Con vaqueros, camisa blanca y americana roja la primera mujer transexual con acta de diputada ha acompañado a los jóvenes en una jornada inolvidable para los que han tenido la suerte de conocerla.
Tras una comida y sobresa entre risas, como si les conociese de toda la vida, Carla ha reconocido que era la primera vez que venía a Albacete y se ha interesado por saber cuál es la realidad que atraviesa la provincia. Más tarde se han dirigido a una conocida cafetería en el Paseo de la Libertad donde le esperaban para realizarle una entrevista en profundidad. Por último, Carla ha decidido caminar hasta la Casa del Pueblo sin poder imaginar lo que les esperaba.
Decenas de jóvenes, mayores, socialistas, miembros de Izquierda Unida, vecinos de los pueblos, de la capital… se agolpaban a las puertas de la sede socialista para acudir al acto #CabemosTodos. Un éxito de convocatoria que el propio líder de Juventudes Socialistas, Daniel Sancha asegura que nunca olvidará.
Carla Antonelli ha recordado que hasta 1981 no se despenalizó la cirugía de reasignación sexual, hasta 1987 era imposible cambiar el nombre en el registro civil y no sería hasta 2010 cuando en este país se consiguió una Ley de Matrimonio Igualitario. Pero la diputada también ha hecho hincapié en que no solo es responsable de los asuntos estrictos de LGTB sino que además ha presentado iniciativas en otras áreas que se le han asignado como: familia y menores y el control a Telemadrid.
Un discurso muy emotivo en el que ha defendido que lo más importante en la vida es «la libertad de ser uno mismo, por encima de todo». Y ha insistido en que lo que ella ha conseguido no tiene mérito sino que se trata más bien de una cuestión de rebeldía y, en su caso, casi de supervivencia.