CARTA A LA DIRECTORA
«La Asociación + Ciudadanía, después de haber mantenido reuniones con colectivos y ciudadanos de las pedanías y de un buen número de barrios, quiere trasladar su pesar por lo que consideran un abandono, sin precedentes, en la prestación de servicios a sus vecinos y vecinas.
Así, les han expuesto, (y ha sido constatado desde el colectivo ciudadano), la carencia de un servicio estable de limpieza viaria y recogida de basuras, la desaparición de las actuaciones tendentes al mantenimiento de sus zonas verdes, la ausencia de medidas encaminadas al cuidado del alumbrado público, pavimento, pintura vial, acerado e instalaciones deportivas, el abandono de las redes públicas de alcantarillado o agua potable, la desatención a los usuarios de los centros culturales y de mayores, el cierre de guarderías, la deficiencia en la conservación de los colegios públicos y consultorios médicos, la supresión del servicio de pediatría, o, por ejemplo, la falta de apoyo municipal para la celebración de sus fiestas patronales.
+ Ciudadanía, manifiesta, abiertamente, que el abandono del gobierno y el desinterés de la oposición están provocando una discriminación sin precedentes a los ciudadanos de nuestros barrios y pedanías
Mientras los caminos rurales se deterioran, más de 1000 productores de albaricoque no podrán asegurar sus cosechas
Otro de los problemas expuestos por los vecinos y vecinas, especialmente de las pedanías y de los barrios periféricos, es el olvido, en cuanto a su preservación, de los numerosos caminos rurales que posibilitan el tránsito, por motivos laborales, de pequeños y medianos agricultores.
A estos inconvenientes, conforme a lo manifestado por + Ciudadanía, es menester significar que, para el presente ejercicio económico, se ha establecido una considerable disminución de las ayudas que Agroseguro destina a los productores de albaricoque y se ha autorizado, al tiempo, una dañina modificación en sus condiciones de contratación, lo que, sin duda, provocará que en torno a un 90% de las explotaciones familiares agrarias se queden sin asegurar, con la consiguiente inseguridad para el futuro de más de 1.000 familias que, en caso de heladas u otras incidencias meteorológicos, podrían dejarles sin cosecha y sin ningún tipo de indemnización.
Por tal motivo, + Ciudadanía se suma a las protestas y reivindicaciones que viene realizando la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), en favor de un colectivo tan importante, al tiempo que castigado por las diversas administraciones como es el de los pequeños y medianos agricultores.
El paro y la pérdida de prestaciones inundan de pobreza centenares de hogares de barrios y pedanías
A todo lo anterior, + Ciudadanía ha querido referirse al drama social al que se enfrentan, como consecuencia del paro y la pérdida de prestaciones sociales, cientos de vecinos y vecinas de las pedanías y barrios periféricos de la ciudad. Hemos contactado, en las últimas semanas, (aseveran), con decenas de familias, principalmente de origen humilde, que, teniendo a todos sus miembros en paro, ya no pueden aguantar más, trasladándonos que, desde hace unos meses, se ven obligados a acudir a la caridad para alimentarse, ya que el zarpazo de la crisis les ha llevado a una realidad que nunca hubieran imaginado vivir.
Algunos nos manifiestan: «Tener que elegir entre pagar la hipoteca o comer. No nos da para las dos cosas». + Ciudadanía, ante tan inhumana realidad, se pregunta sobre dónde y ante quién han de acudir la cada vez mayor cantidad de vecinos de barrios y pedanías que, encontrándose en riesgo de exclusión, se enfrentan al abandono y al silencio de sus propios dirigentes. Nuestra esperanza, aseveran, no reside en la corporación municipal, sino que se encuentra toda del lado de la sociedad civil.
Las pedanías y los barrios de Hellín disponen de infraestructuras propias de mediados del siglo XXI mientras reciben unos servicios característicos de los años 70
Por último, + Ciudadanía ha alertado de que el “no hacer” del gobierno y de la oposición está provocando, en la prestación de servicios, un regreso a los años 70, aunque, en verdad, en los últimos años se hayan creado infraestructuras propias del siglo XXI.
Mucho nos tememos que si la política institucional no reacciona con urgencia, uniéndose al grito silencioso de los desesperados, de los que han perdido o están a punto de perder la esperanza en un Ayuntamiento que mira para otro lado, y no precisamente para los problemas de los más necesitados. Por nuestra parte, -concluyen-, tenemos claro que nuestra esperanza, como la de miles de vecinos, ya no reside en el Ayuntamiento de Hellín, sino que se encuentra toda del lado de una sociedad civil que, a pasos agigantados, se aleja de la insolencia de las instituciones y de los denominados partidos políticos “tradicionales”.