En fechas recientes estrenaron en Albacete una película titulada Los Idus de Marzo, una película de George Clooney al respecto del proceso de primarias en el partido demócrata de los Estados Unidos de América. Lo primero que me llamó la atención es que los protagonistas no se mandan ‘guasás’, ni se meten en Facebook o Twitter, aunque sí miran Internet y blogs.
Incluso leen periódicos en papel.
El argumento de la película es la organización del proceso de primarias en el partido demócrata.
Para un manchego de mente sencilla es complicado advertir las diferencias entre demócratas y republicanos. Al parecer sí las hay, pero los hechos y los actos de los presidentes demuestran lo contrario.
Sin querer, sin querer, sucede lo mismo que en Albacete, que las personas no diferencian lo que hace un partido mayoritario y el otro partido mayoritario.
En Albacete habrá un proceso de primarias en el PSOE (anunciado para junio, palpable desde hace muchos meses); y en el PP también hay un proceso interno; esta vez por lo ‘bajini’, en el triángulo de las Bermudas: Ayuntamiento, Atozano-Diputación y la Calle Muelle.
En el PSOE tienen claro quién es el enemigo: el PP.
En el PP tienen claro quién es el enemigo: el PSOE.
Pero antes de eso, deben decidir quiénes son amigos, amantes y quiénes solo conocidos, hijos, hijos de…, primos y simpatizantes.
Es de sobra conocido que algunos concejales, de uno y otro signo, del Ayuntamiento de Albacete, no saben por dónde les lloverán las tortas: ¿me las dará mi compañero o me las dará el concejal del otro partido?
Estos procesos internos, de primarias, ajuste, limpieza o selección se llevan a cabo para que, al llegar al proceso en el que el resto de albaceteños podamos votarles (otra vez el mes de mayo), ellos hayan establecido jefes y amos; alcaldables y diputables, concejables y asesorables.
Ten cuidado dónde y con quién te cruzas, ten cuidado con quién tomas café y con quién sales a cenar, corres el riesgo, si lo haces antes de tiempo, de que te etiqueten.
Aunque, por otro lado, si tienes la suerte de colocarte en el lado bueno del Altozano, lo mismo te apañan cuatro años. Es lo que tiene el ‘Triángulo de las Bermudas de Albacete’.
Un consejo: si eres de esas personas trabajadoras, prepárate a trabajar como un bruto porque en ambos lados de la acera hay tantos vagos e incompetentes que tendrás que echar horas como si fueran por cuatro. Si eres de los que no dan palo al agua, seguro que piensas que soy un desagradecido, o un rebotado o que no tengo ni idea de lo que hablo.
¡Llegarás lejos!
En la película de George Clooney hay tantos guapos y guapas que se olvida por un momento los golpes bajos, las puñaladas traperas y que las buenas palabras no son sino mentiras para conseguir el objetivo: ganar, ganar, ganar.
Porque la moraleja está clara: lo de menos es si los políticos harán algo bueno al llegar al poder. ¡Lo importante es alcanzarlo!
Si la población no entiende, es problema de anteriores administraciones, de complots, o de excusas.
En la película hay un tipo que se presenta a candidato, pelea contra otro candidato del mismo partido. Sus equipos pelean entre ellos, les ponen zancadillas, se ponen trampas, buscan aliados en la prensa (en Albacete es fácil porque sólo hay un periódico, cuatro radios y cuatro webs de medio pelo; sin repercusión ni influencia), ya sabéis, «solo buscan trapos sucios» (así las definen los caciques provincianos).
¿Saldrán los trapos sucios en los medios de comunicación?
¿Saldrán las trampas y zancadillas en los medios de comunicación?
¿Aparecerán las alianzas en los medios de comunicación?
Seguro que sí, la prensa de Albacete es adalid de la libertad de expresión, NO recibe presiones y siempre busca la verdad, por encima de todo.
Salvo que seas de esos desagradecidos que quieren mantener el trabajo y comer diariamente.
Entonces mejor escribes/hablas/investigas sobre procesiones, deportes, y/o fiestas populares.
Es uno de los mensajes de la película de George Clooney: «tienes dos opciones, ser fiel a ti mismo o ser fiel a tus aspiraciones profesionales.
¿En qué bando estás tú?