Nos sirven unas cañas y empezamos a repasar la temporada 2013-2014 con la profundidad de quien ha visto una película de las buenas, de las que hay que comentar con cuidado. Lisardo, Alfredo y Ramiro no paran de sonreír, pero se nota cierto desánimo velado. ¡Qué cerca estuvo! Apenas unos minutos, apenas unas canastas.
El llenazo en el Pabellón contra el Real Madrid, el ambientazo contra Villarrobledo, la canasta clave contra Estudiantes que bien pudo marcar un antes y un después en la temporada, el viaje a Madrid, con reventón incluido, los increíbles tiradores de la liga EBA, la calidad de muchas viejas glorias.
Un año en un par de frases, una temporada en un vistazo entre amigos.
Hemos gritado durante horas, lo hemos pasado en grande, hemos disfrutado de lo lindo con el Albacete Basket. Así se lo decimos a Alfredo, así se lo hemos explicado a los jugadores. Algunos aficionados incluso les han dicho que no merecía la pena ascender a LEB Plata, por dinero, por el pabellón, por otras razones. Puntos de vista deportivos.
Alfredo quiere reír y sonríe pero es un competidor nato y todavía le duele la derrota frente a Valencia, una simple derrota que no sirvió para conseguir el ascenso a liga LEB Plata, un ascenso que hubiera supuesto un salto tremendo a nivel deportivo en la ciudad. Valladolid subió con dos victorias, Valencia hubiera subido con dos victorias, Albacete Basket hubiera necesitado tres, cosas de la competición.
Hemos estado a un paso del ascenso; la competición es dura y la organización desfavorecía al Alba que madrugó el viernes, recorrió media España, venció esa misma tarde al anfitrión, descansó, ganó a Plasencia por la tarde, cenó a las once, madrugó para jugar el último partido a las diez de la mañana del domingo. Alfredo cuenta que algunos jugadores pasaron el fin de semana entre algodones, aplicándose hielo. Uno de ellos incluso sufrió una gastroenteritis y no pudo jugar.
Eso, sin olvidar que no son profesionales, sino que pertenecen a la liga Española de Baloncesto Amateur, EBA. Sin olvidar que algunos chavales cobraban 300 euros por jugar a nuestro deporte favorito.
Pero no es momento de lamentaciones, es hora de rememorar los buenos momentos, los mates de Elías, los triples de Ferry, la garra de Bonete, el temporadón de Uge, la consolidación de Vilches, los minutos extenuantes del capitán fox. Así uno a uno.
Competidores natos
Los jugadores lo han pasado mal, son competidores, no les gusta perder porque juegan para ganar pero, a pesar de todo, son conscientes del hito que han marcado, del alto listón que han puesto y del nivel de competición que han marcado de cara a la próxima temporada.
Un año para degustar, una temporada de alta competición. ¿qué opina Alfredo Gálvez, entrenador del Albacete Basket?
Tiene un punto de vista muy claro sobre casi todas las cosas, pero en baloncesto más. Conoce la casa, conoce a los chavales de la cantera, conoce a los chavales de las canteras de la provincia; porque para él el baloncesto de Albacete se entiende desde todos los clubes de la provincia.
El club y él mismo esperaban la acogida que finalmente tuvieron, «las expectativas eran de lo más altas, aunque nadie aspiraba a ascender». Jugar la fase de ascenso fue el premio de una temporada de mucho trabajar y mucho pelear. Alfredo se caracteriza por ser duro, serio en el trabajo, lo entiende como una obligación y a veces no es sencillo para algunos jugadores. Pero obtiene el máximo rendimiento de todos ellos.
Albacete Basket se ha caracterizado por apiñar a un grupo unido, bien estructurado, de otra forma una temporada larga como esta, no sería fácil. Muchos partidos, mucha tensión contenida.
¿Cuándo nos dimos cuenta de que podíamos ser mejor que los demás? Alfredo lo tiene claro, tras la derrota en el campo de Azuqueca y una conversación con los jugadores, el bloque entendió el rumbo que había que tomar. Determinante. «El equipo reaccionó», llegaron muchas victorias consecutivas, el Pabellón del Parque se hizo casi inexpugnable, y las victorias fuera cayeron gota a gota, rival a rival. «Tuvimos la convicción y la confianza. Pero la clave estaba fuera de casa». El bloque lo entendió.
Y así lo disfrutamos los aficionados. «Igual que he disfrutado yo», confiesa a pesar de la tensión y de ver que el resto de rivales no fallaban ni daban tregua.
Alfredo desconoce su futuro en el club, es un tipo prudente. Aunque con toda seguridad se quedará hay que esperar la decisión del club.
Cuenta que la dirección deportiva ya ha echado el ojo a muchos canteranos de Albacete ciudad y provincia; «porque en la provincia hay mucho baloncesto y del bueno». Por aquí es por donde se empezaría a construir el equipo». Primero se intentará mantener parte de la plantilla actual. «Con un bloque de gente de la cantera y luego completando huecos, «ver las posiciones que están cubiertas». Y confiar en hacer buenos fichajes, de jugadores «que no sean caros, que sean buena gente y se acoplen al grupo». Algo que ha sucedido este año. De ahí que se haya mantenido el equilibrio competitivo y personal.
«En agosto a trabajar».
Lo curioso es que a la satisfacción se unen las dudas y los temores. Porque después de una temporada increíble el aficionado espera más, «¿acaso te conformarías tú con estar a mitad de la tabla y no ver partidos de calidad como hemos visto este año, no ver triples y mates o partidos por encima de 80 puntos?», dice Alfredo, consciente de la responsabilidad que conlleva. Una responsabilidad que seguro quiere asumir, con la seriedad y el esfuerzo con que suele hacerlo.
Los sorbos desaparecen con pausa de amigos, se cuentan secretos de jugadores, secretos de viajes y chascarrillos de aficionado, Lisardo y Ramiro ya piensan en la próxima temporada, Alfredo también, como los jugadores, revalorizados a nivel deportivo todos ellos tras jugar una fase de ascenso como verdaderos campeones.
Es el tiempo de disfrutar desde la calma.
Sus cinco destacados
- La afición. Ha superado el techo de la temporada anterior, se ha movido con nosotros en muchos partidos. Increíble.
- La evolución de la cantera, tremenda en jugadores como Bonete, Uge, Diego o Vilches.
- Repercusión en las redes sociales. De hecho en Valladolid nos aseguraron que era muy fácil encontrar información nuestra. Posiblemente unos de los equipos de EBA con más seguimiento en las redes.
- Buena relación con el fútbol, nos dedicaron el saque de honor, hemos ido al palco con ellos y se han prestado a colaborar de cara al futuro.
- Ver en los partidos fuera de casa a albaceteños, aficionados al deporte, que se acercaban a vernos porque eran de Albacete y querían ver al equipo de su ciudad.
Algunos de los chicos del Albacete Basket. La gran familia
Eugenio Gómez, Uge. No deja de pensar en la derrota del pasado fin de semana. Es un competidor nato, asumió el rol defensivo a pesar de su crecimiento como jugador. Ha tirado del Albacete en defensa las veces que ha hecho falta, «en el equipo ya hay muchos anotadores. Cuando he tenido la oportunidad he lanzado». Y cómo. Para el las claves han estado en la afición, los partidos fuera de casa y la sintonía del grupo.
Manolo Blázquez. A pesar de su lesión, ha apoyado al grupo en todo momento, califica la temporada como espectacular, con un «vestuario impresionante» compenetrado donde no hubo problemas, «si había que hablar, se hablaba».
Diego Fox, valora la temporada mas que a nivel personal a nivel colectivo, «hemos sido un equipo muy solido tanto en defensa como en ataque. Fue clave en el desarrollo de nuestro torneo». Lo que ha propiciado que se potencien todos «más a nivel individual». Da como muy satisfactoria la temporada colectiva y a «nivel individual un satisfactorio». Fox, el chico de treintaypocos que tuvo que asumir más minutos debido a la lesión de Manolo Blázquez, a base de varios ingredientes: «que te apasione este deporte. Mucho trabajo y mucho sacrificio. Y un poquito de suerte». Esas son las tres claves de un equipo ganador que tratan de inculcar desde el Albacete Basket y el propio Diego Fox a los mas pequeños para que, en definitiva, el Alba «pase a ser una gran familia».
Miguel Raez, Bonete. En una de sus mejores temporadas como jugador, baluarte del equipo y jugador insignia de la casa explica que «a pesar de tener claro que el grupo B de Liga Eba es uno de los dos más fuertes de los cinco que hay, y teniendo claro que una competición puede dar muchas vueltas a lo largo de toda una temporada, nosotros hemos estado arriba desde el principio porque nos hemos planteado la liga partido a partido». Pero llegó el punto de inflexión, «a la vuelta de Navidad vi el camino más llano para llegar a play-offs. La gente estaba muy concienciada». Y así es como vivimos el final de la temporada, partido a partido, hasta el final.