Hace unos años, un ingeniero industrial de una localidad de esta enorme y preciosa provincia se acercó a la sede de un partido político con quien tenía cierta afinidad y querencia y les dijo: -«Se acercan las elecciones, quiero ayudar y hacer cosas por el pueblo».
(Al parecer, las risas todavía están retumbando en las sedes de los partidos políticos de Albacete capital).
Ahora la cosa ha cambiado, y mucho. O quizás no tanto, todo depende del prisma que lo mires.
Según nos chismorrean, un tipo de La Roda maneja información privilegiada al respecto del alcalde del pueblo, tan buena, jugosa y sustanciosa que no suelta prenda a no ser a cambio de… A cambio de las prebendas que un partido político pueda ofrecerle vía candidatura para las próximas elecciones locales de mayo de 2015. Lo que quiere es formar parte de un proyecto, el que sea, para asegurarse un sitio donde colocar las posaderas durante cuatro años.
En la provincia de Albacete el pistoletazo de salida de cara a las elecciones lo marca la Feria de Albacete. Muchos alcaldes de pueblo han pasado por el stand de la Diputación para solucionar en diez minutos (porque en la Feria hay muchos saraos) lo que no se puede solucionar en reuniones durante cuatro años. Otros alcaldes han pasado por la Casa del Pueblo para ver cómo va eso de las primarias.
Los alcaldables y futuribles se han tenido que conformar con mojitos y vinos con barquillo.
Entre unas casetas y las otras se han podido escuchar rumores chismes y chascarrillos como para llenar un periódico entero.
Porque ya ha empezado la carrera. Como las de la Universidad de Castilla-La Mancha, bien hecha puede durar cuatro años.