A diferencia de lo que se pudiera imaginar, el ahorro de energía pretendido con el cambio de bombillas en las farolas chinchillanas (las bombillas clásicas, de alto consumo energético por modernas lámparas de luz LED), no ha sido felizmente aceptado por la población de Chinchilla. Y a pesar de que la luz LED es fría, como estos días, los ánimos de la gente se han caldeado, y mucho. Fiel reflejo de esto es el río de comentarios críticos, y con razón, que surgen espontáneamente en las redes sociales y en las calles de Chinchilla.
El grupo ‘Acción Chinchilla’ denuncia: «Todo parece improvisado. Evidentemente, quiénes han desarrollado el proyecto, o no estaban con todas las luces, o no les importó el criterio estético a la hora del cambio. Pues no nos pueden negar que las farolas están quedando muy feas, con apariencia de farolas rotas, sin cristales, como si una mano dañina se hubiese ensañado con la belleza nocturna de Chinchilla. Si no tuvieron en cuenta la potencia lumínica de las lámparas que compraron, y fue esa la razón por la que tuvieron que quitar los cristales, podrían haber pensado antes de quitarlos, que existe la posibilidad de cambiar un producto comprado por otro más conveniente. O al menos haber hecho una prueba y observar la estética. Seguramente haya más de una cosa que se podría haber hecho a favor del ahorro y sin detrimento del encanto del pueblo».
Pero no nos equivoquemos. El problema no lo tiene ni el gobierno ni la oposición. El problema lo tienen los chinchillanos, que ven con pena cómo les están arrebatando de su patrimonio cultural el pintoresco paisaje nocturno que ofrecía Chinchilla. Y de la misma manera que la sordera política que padece el equipo de gobierno le impidió escuchar débiles argumentos opositores, ahora le impide escuchar el descontento popular. Al menos eso es lo que dan a entender con su silencio.
Acción Chinchilla ha iniciado un proceso de recogida de firmas en contra de este triste y mal desarrollado proyecto. No en contra del ahorro, porque entiende que el medio ambiente merece y necesita una eficiencia energética cuanto mayor mejor. Sin embargo, sí en contra del enorme error cometido contra el patrimonio histórico chinchillano, que muchas ‘leyes’ municipales quieren proteger, pero que permiten que este asunto lumínico se convierta en una agresión contra una de las señas de identidad más características y prometedoras de Chinchilla.
Desde esta semana, en diversos sitios de Chinchilla, en diferentes tiendas del pueblo, en la calle, en la puerta del ‘cole’, en la plaza, en donde sea posible estar, Acción Chinchilla pondrá a disposición de la ciudadanía hojas para que ésta pueda manifestarse mediante su firma, con el fin de que se ejecute el proyecto del ahorro de manera que no afecte en absoluto la gracia de la noche chinchillana. Y si fuera necesario, pondrá todas las medidas de presión que estén en sus manos para que el equipo de gobierno deje de pasar de la gente, permita una participación ciudadana y recuerde siempre que la democracia es el gobierno del pueblo a través de sus representantes.