Sabemos que el sistema electoral prima a las mayorías, por lo que debemos aspirar a limitar los personalismos y a unirse por ideales y programa en el caso de los partidos menos importantes. ¡Qué poco hemos aprendido de nuestra historia! En 1931 y 1936, realizaron una coalición entre republicanos, socialistas y comunistas y vencieron en estas dos elecciones a la derecha, mientras que en 1933, al no ir coaligada la izquierda, esta perdió las elecciones. En nuestra historia electoral actual, excepto en alguna ocasión, no se han realizado candidaturas entre varias fuerzas políticas, dando lugar al bipartidismo. Pero ha llegado el momento de romper esta tradición y, por eso, defendemos que los partidos menos sólidos han de realizar coaliciones a la hora de acudir a las urnas.
En las próximas elecciones municipales en Albacete, ocurrirá todo lo contrario al presentarse once listas electorales. Esta situación ha sido favorecida por la aparición de nuevas fuerzas políticas con novedosos planteamientos. De todas formas la cifra de candidaturas resulta sorprendente respecto al comportamiento de la etapa anterior que se situaba en una media de cuatro candidaturas. Aunque de los once, cinco de ellos tendrán escaso peso en la contienda (Unión de Ciudadanos Independientes, Partido Humanista, Iniciativa por Albacete, VOX y PCPE). Por lo que la pugna electoral será entre los seis restantes. Tres situados a la derecha (Partido Popular, Ciudadanos y UPyD), uno en el centro izquierda (PSOE) y dos a la izquierda (Ganemos Albacete y Democracia Participativa).
La desunión de la derecha, al presentarse tres candidaturas, restará representantes municipales al Partido Popular por el desgaste del poder y, sobre todo, por la aparición de una fuerza nueva en las municipales, Ciudadanos, que ha conseguido el apoyo de algunos medios de comunicación y el atractivo de su líder. Ello supone que atraerá a muchos descontentos con la actuación del Partido Popular.
En el centro izquierda se sitúa el PSOE que intentará conservar el anterior apoyo. Y en la izquierda albacetense, anulando los personalismos que generalmente ha propiciado mayor división en la izquierda, ha surgido un movimiento que pretende unir a partidos y movimientos ciudadanos, dando prioridad a las ideas y no a los líderes. Esta coalición se llama Ganemos Albacete. Este cambio es muy importante, ya que se presenta como una acción innovadora y espera obtener el apoyo de la gente joven y del sector desengañado de la vieja política. Pero en el último momento, ha surgido una candidatura formada por un grupo que abandonó Ganemos Albacete para constituir Democracia Participativa, que tiene similares planteamientos. La repercusión de que haya dos candidaturas, que cubran el mismo espacio, significará la pérdida de representación en el ayuntamiento.
Teniendo en cuenta esta perspectiva, es muy posible que ninguna candidatura logre la mayoría, por lo que tendremos que acostumbrarnos al pacto entre las fuerzas con mayor representación municipal.
En estos tiempos de reestructuración electoral y surgimiento de nuevas formas de hacer política, creo que el ciudadano debe de recuperar la ilusión. Por ello, pienso que es una excelente oportunidad para que el elector muestre su preferencia ante la diversidad de planteamientos que le ofrecen las distintas opciones políticas. Y con ello, elegir la que considere más idónea para gestionar los recursos en beneficio del pueblo de Albacete