Lo malo de hacer cosas es que te equivocas y metes la pata. Lo malo de hablar y arriesgarte es que pecas, molestas y, sobre todo, te vuelves a equivocar.
Hace unos meses escribí un artículo en el que hablaba de un posible buen alcalde de Albacete, a sabiendas de que no tenía opciones reales de gobernar en el Ayuntamiento debido a que su partido, Unión Progreso y Democracia, apenas conseguiría algún sillón.
Pero me gustaba la idea de que una persona con la misma inocencia, y manera de entender la política de pueblo como yo, tuviese acceso al pleno del Ayuntamiento, un despacho, folios y bolis con anagrama consistorial.
Erré y de qué manera.
De la misma manera en que me equivoqué al apostar por Marcial Marín como alcaldable del Partido Popular debido a la presión que estaba ejerciendo en la capital en tantos ámbitos como podía. No era invención mía, ¿eh? Eran testimonios de personas que, quizás interesadas o quizás lo contrario, explicaban teorías de la conspiración, del poder de Cospedal en el partido, entre otras.
Y yo soy mucho de conspiraciones, inocente pero paranoico. La culpa la tienen las series de televisión y las películas estadounidenses.
Así que pregunto y pregunto, de tanto preguntar me llaman bacín, cotilla o chismoso.
Me voy enterando de cosas y cosas, las cuento, las explico como puedo. Una letra detrás de la siguiente.
Esto es opinión, no me malinterpretéis, periodistas son mis compañeros, yo solo junto letras. Ellos dan noticias, yo pongo cosas por escrito.
Mi opinión. A todos nos huele mal la de los demás pero la propia no nos molesta, como las flatulencias, que decir pedo en un medio serio como Albacete Cuenta está mal visto.
Metí la pata con Marcial Marín y no pasó nada, pero ahora no me arriesgaría a decir nada de él, porque afirmar que ocupará su anterior puesto de trabajo como gerente de la Asociación de Empresarios de Campollano, ADECA, me parece de lo más arriesgado.
Metí la pata con Ricardo Argudo, hasta hace bien poco coordinador de UPyD Albacete, un tipo que ha pasado de ser referente del partido estos últimos tres años a ser defenestrado, a pesar de que ni se ha borrado del partido, ni se ha pasado a Ciudadanos, como algunos insinuaron. Metí la pata con él porque sigo siendo un bobo que se fía de las personas. Y muchas personas te dan la puñalada con la mejor de las sonrisas.
El que hace, se equivoca. El que habla, peca. El que escribe, errata al canto.
Luego están quienes se esconden en las esquinas, aprovechan el trabajo de los demás, medran, se ponen el antifaz con sonrisa camuflando dentelladas y se apropian estas mismas palabras: «Hago, digo, me esfuerzo, me sacrifico». Pero siempre a costa de.
Me arriesgaría a hacer apuestas después de visto lo visto en Albacete, o en Villarrobledo. Me arriesgaría a decir quién será el próximo delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha pero podría meter la pata. Podría decir quiénes serán los próximos consejeros de Albacete en Toledo, y los delegados provinciales de Toledo en Albacete, errata al canto. Incluso podría decir nombres de asesores en Ayuntamiento, Diputación y JCCM.
Pero metería la pata. Y me ganaría un par de amigos gratuitos, porque una cosa es escribir y otra tocar las narices.