Los empresarios del campo normalmente realizan correctamente los contratos pero, como en todo, siempre hay alguno que se aprovecha de la situación. Es por ello que, los sindicatos piden que no haya trabajadores hacinados en naves que no cumplen normas de higiene ni habitabilidad.
La responsable del sector Agroalimentario en CCOO Albacete, Ana Albadalejo nos cuenta:
“Los trabajadores normalmente son eventuales aunque suelan ser los mismos trabajadores de todos los años los que hacen la campaña, que entendemos que tendrían que ser fijos discontinuos. A los trabajadores se les debería aplicar el convenio de la provincia de Albacete del campo que son 50 € salario día.
Aquí lo que más suele pasar es que no suele pagar el empresario del campo, sino que suele haber intermediarios que son los que normalmente todos los años se quedan con la mitad del salario de los trabajadores y es lo que venimos denunciando año tras año, que los empresarios agrícolas acudan a los servicios públicos a buscar gente y no lo hagan mediante intermediarios porque al fin y al cabo, son mafias que explotan a los trabajadores”.
¿Qué posibles soluciones se pueden adoptar para atajar el problema de las mafias?
“Nosotros año tras año nos reunimos en la Subdelegación de Gobierno en una Comisión de Inmigración donde estamos todos los agentes implicados, los empresarios agrícolas, las fuerzas de seguridad del estado y los agentes sociales y ahí planteamos que los empresarios no demanden gente a nadie que no sea empleador público. Que los trabajadores acudan a servicios públicos de empleo y los empresarios busquen en ellos, porque si no las mafias lo que hacen es explotar a los trabajadores”.
¿Se suelen denunciar estos abusos?
“Todos los años hay muchas denuncias una vez terminada la campaña, cuando todo el mundo ya ha desaparecido, porque si denuncias a principio de campaña como tienes contratos eventuales para ellos terminaría ahí el trabajo. La gente se espera a denunciarlo una vez terminada, cuando ya es tarde. Otro problema que hay es que la gente suele trabajar un mes, mes y medio y sale cotizable de 3 a 5 días, es decir, algunos empresarios agrarios tampoco cotizan a la Seguridad Social lo que tendrían que estar cotizando por los trabajadores en campaña del ajo”.
Ana Albadalejo afirma que las leyes de prevención laboral se cumplen poco. La mayoría de los empresarios no forman a los trabajadores ni siquiera en lo mínimo, que sería el curso básico de prevención de riesgos laborales.
Pese a ser denunciado todos los años, las condiciones de los trabajadores no mejoran. Muchos de ellos siguen conviviendo en condiciones no habitables, hacinados en naves con maquinaria y productos del campo.