Meter la pata es normal, que te resbalen las cosas al suelo, también. En mi caso, por desgracia es habitual.
Errar es humano, se entiende y perdona. Pero determinadas erratas y faltas son más complicadas de soportar y permitir.
A ti y a mí nos molestan las erratas en los libros. Cuando leemos preferimos que ponga café a cafre: no es lo mismo desayunar café que con un cafre. Algo parecido le sucedió al escritor albaceteño Alberto López Aroca en una de sus novelas. El personaje protagonista fue a tomarse unas castañas. Tal cual.
Dicho así no tiene importancia si no fuera porque el protagonista de la novela lo que realmente quería era echarse unas frescas entre pecho y espalda.
No, no es lo mismo llamarse Mariano que José María; ni Pedro que Felipe. Y podría seguir aunque entiendo que ya adviertes mi explicación y su trasfondo.
No es lo mismo una errata en un libro que regala el diario El País en pleno mes de agosto, que un fallo en un barato libro de texto de un colegio del centro de Albacete. Un manual de una niña que está en esa edad de memorizar, reflexionar y absorber.
No mencionaré el precio del libro. Eso es trivial porque en el siglo XXI, en Albacete provincia, todos los padres y madres de alumnos disponen de muchísimos fondos para material escolar, tantos que nutren a los colegios de libros (literal y previa solicitud de los maestros que se abochornan al ver menguadas sus bibliotecas carentes de fondos).
Solo mencionaré la educación.
Simple, sencillo, sin debate posible, ni pugna o batalla en el horizonte. ¿Cómo puede una niña comprender la importancia del lenguaje y la comunicación si sus libros de texto no son respetuosos con ese mismo lenguaje?
Entiendo, lo entiendo todo: bajos presupuestos, leyes educativas, descenso de niveles académicos, becarios en las editoriales, editoriales en quiebra, leyes laborales, bajos sueldos.
Pero compartiréis conmigo que no es lo mismo tratar de comprender el ciclo de las plantas cuando se confunde el dióxido de carbono con los hidratos de carbono.
Porque no es lo mismo fallar el Premio Planeta que: