Iniciamos una semana política más, llena de reuniones, brindis al sol, propuestas imposibles y reuniones (a dos, a tres e incluso a cuatro) entre nuestros representantes políticos que quieren gobernar este país. ¡Una auténtica semana de pasión!
La semana pasada no se adelantó con las negociaciones prácticamente nada y en ésta tendrán que pisar un poco más el acelerador, ya que el día 2 de marzo, fecha de la investidura del nuevo presidente del Gobierno está, como diríamos, a la vuelta de la esquina. Mientras, nos encontramos con varias realidades.
La primera es que el Partido Popular, encabezado por Mariano Rajoy, a mi juicio sigue viviendo en un mundo que a él le parece real, pero es el fruto de su imaginación, ya que continua con la entelequia de que él es el único candidato posible y la única solución es solo una gran mega coalición de populares, socialistas y ciudadanos. Rajoy no se ha dado cuenta que ha perdido totalmente la batalla y el norte, ya que, por un lado, esa gran operación no tiene ningún futuro, porque todo el mundo sabe que los socialistas nunca la aceptarían y menos sus bases que se levantarían contra cualquier ejecutiva que optase por esa solución. Ciudadanos si entraría, pero sus votos no son suficientes junto con los populares para nada.
A mi juicio la única opción posible, es socialistas, Podemos, Izquierda Unida y Compromís. Esa fórmula podría tener futuro y sería la única que evitaría un adelanto electoral, pero también tiene sus complicaciones, y no pequeñas, ya que necesita la abstención de los nacionalistas y si recordamos los acuerdos del último comité federal del Psoe, tampoco sería aceptada esa abstención por la cúpula socialista.
Un gobierno PSOE + Ciudadanos con la abstención del Partido Popular o Podemos, también es una entelequia, con lo que las opciones se resumen solamente en una: Psoe+Podemos+IU+Compromís.Y para evitar el veto del comité federal del PSOE a la abstención de los nacionalistas, jugaría Pedro Sánchez con la no asistencia a la votación de catalanes, vascos que se quedarían en casa el sábado 5 de marzo.
Otras soluciones no las veo y ahora tampoco veo nada claro la repetición de elecciones el 26 de junio. Como ya adelantamos en nuestro anterior artículo del domingo pasado. Viendo las distintas encuestas publicadas sería más de lo mismo y unos resultados casi calcados, con lo que la ingobernabilidad estaría con nosotros para quedarse durante mucho tiempo.
No sé lo que al final pasará el próximo día 5 de marzo, ya que la primera votación del día 3 está cantada con el voto contrario de todas las fuerzas con excepción del Psoe. Pero me da la impresión que no estamos conociendo todos los pormenores de las negociaciones y que existen reuniones denominadas secretas, ya que no es lógico que a una semana vista, estén las posiciones tan alejadas como nos quieren dar a entender.
Por si acaso, y ya lo dijimos en nuestros artículos de hace más de un mes las maquinarias electorales de los partidos están que echan humo y los que no paran son, por un lado, los que fueron candidatos y salieron que están trabajando para, por lo menos, repetir en el mismo puesto, los que estuvieron cerca de obtener el acta, están moviéndose por todos los lados para repetir. Y, luego están los que no fueron en las listas y están que “matan”, metafóricamente hablando, por entrar en las listas.
Albacete no es la excepción y la guerra interna en los dos principales partidos está servida, aunque lo quieran disimular. Muchos altos dirigentes candidatos, cuando entran en las sedes se sientan espalda contra la pared para cubrir la retaguardia y no estoy pensando mal y hablando del equipo de la Diputación de Albacete, que ahí sí que hay tela que cortar y le dedicaremos no un artículo sino unos cuantos, porque el día que explote y se conozca esa situación será una noticia “bomba”.