El pasado jueves 30 de octubre se destapó una nueva trama de corrupción política que salpicaba a políticos socialistas y populares, la “operación Púnica”. Una trama de corrupción municipal y regional en la que los detenidos están acusados de formar una organización en la que había reparto de funciones para lograr la adjudicación irregular de contratos públicos a cambio de sobornos. Entre los detenidos se encuentran media docena de alcaldes de Madrid y el número dos de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, entre otros.
La Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal se negaba a comparecer ante los medios de comunicación en Génova.
Quizá haya tenido algo que ver el temor a que los periodistas le preguntaran por su relación con Francisco Granados, a quien sucedió en la Consejería de Transportes del Gobierno madrileño presidido por Aguirre. O quizá por su relación con el exalcalde de Toledo, José Manuel Molina, imputado por el juez Ruz tras la supuesta adjudicación de un contrato de basuras a cambio de una donación de 200.000 euros para la campaña electoral de Cospedal en 2007, según denuncia en sede judicial el extesorero del PP, Luis Bárcenas.
Mientras los ciudadanos descubrían otra andada corrupta de sus representantes, Dolores de Cospedal estaba rodeada de toreros y representantes del mundo taurino para proponer el Plan Estratégico del Toro y la celebración del I Congreso de la Tauromaquia que se celebrará a primeros de marzo de 2015 en Albacete.
La presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha está dedicando desconocidas e ingentes cantidades de dinero para el apoyo y fomento de la tauromaquia. El concejal de Cultura, Feria, Fiestas, y Asuntos Taurinos y miembro de la junta del Gobierno Local, Manuel Serrano, que reconoce a este periódico no conocer la cantidad de dinero que se va a destinar a este proyecto afirma que: “La presidenta Cospedal desde su llegada a la Junta de Comunidades de Castila-La Mancha ha hecho una protección por la fiesta, por lo que supone no solo en cuanto a cultura, que lo es, si no declarándolo también interés cultural, economía y empleo. Yo, como responsable municipal, quiero agradecer este acierto de la Presidenta, ya que tenemos el compromiso de apoyar y seguir impulsando lo que supone para la economía y el empleo la fiesta de los toros”, “La feria taurina de Albacete a los ciudadanos no les cuesta dinero, sino que es rentable para la ciudad, la administración y además, es incalculable la proyección y la cobertura que se le da a la feria en los medios de comunicación”.
¿Cómo es posible entonces que una actividad que ha visto reducido el número de festejos en los últimos cinco años en aproximadamente un 40%, sea capaz de seguir generando puestos de trabajo y de empresas que se dedican a él?
La respuesta es simple: SUBVENCIONES. Los ayuntamientos desvían cantidades millonarias de fondos públicos para el fomento de la tauromaquia, y por tanto, del maltrato animal. Sin embargo, estos datos que deberían ser de carácter público permanecen ocultos en la mayoría de los casos.
La tauromaquia recibe subvenciones directas e indirectas de la Unión Europea, del Gobierno, de los ayuntamientos y de las respectivas comunidades autónomas. Las ayudas a la ganadería de lidia desde la Unión Europea ascienden a 129´6 millones de euros que se complementan con más de 500 millones por parte de diferentes organismos del Estado. El Partido Animalista –PACMA- ha contabilizado estas subvenciones en 596.000.000 millones.
Las cifras son arrolladoras cuando el número de animales de esta raza en España según datos emitidos por el Ministerio de Agricultura, no supera los 270.000 ejemplares.
De hecho, el nivel de cobertura y proyección en los medios de comunicación no es tan incalculable como se nos hace creer. Pese que la oposición al uso de animales en actividades donde se les inflige maltrato y muerte como en los festejos taurinos es palpable, y cada vez mayoritaria en la sociedad española, el Gobierno ofrece a través de emisiones en directo y programación su apoyo público a la tauromaquia, utilizando para ello medios de comunicación públicos cuya audiencia cosecha pobres resultados.
Antes de tomar la dirección general de RTVCM el ahora Director Ignacio Villa, Castilla-La Mancha Televisión llegó a pagar 70.000 y 80.000 euros por cada corrida de toros, independientemente del lleno en el graderío. En 2013, la partida presupuestaria de la cadena pública castellano manchega destinada a las retrasmisiones taurinas fue de 700.000 euros.
En lo que se refiere a RTVE, entre los años 2007 y 2011 gastó nueve millones de euros en programas taurinos. Tendido Cero, el programa de actualidad taurina y entrevistas emitido en la dos con un share bajísimo, supone un gasto público anual de un millón de euros, a lo que hay que sumar los 800.000 que nos cuesta a todos los ciudadanos la retrasmisión en directo de los encierros de San Fermín.
La coordinadora de campañas para España de AnimaNaturalis Internacional, Natalia Rizzo sopesa lo que supone este tipo de espectáculos en Albacete:
“Históricamente la tortura en España sí ha sido cultura, pero la sociedad ha cambiado radicalmente en los últimos años y no creo que haya que depender de la tauromaquia para decir que nos beneficiamos culturalmente como pueblo, si no que tenemos muchísimas opciones para divertirnos todos sin que nadie salga herido. No creo que pueda suponer nada bueno para Albacete porque si la excusa que te van a dar para tener toros es que da trabajo o aumenta el turismo, que se sepa que a más del 70% de la población española o no le gusta o está en contra de los festejos taurinos y que los puestos de trabajo se pueden generar con una feria de atracciones, donde ningún animal sale herido”
“Tenemos que dejar de esgrimir ese argumento ya caducado de que los toros son cultura y trabajo. Los toros pasaron del Ministerio de Interior al Ministerio de Cultura no porque sean cultura, si no porque pagan menos IVA, si vas al cine el IVA es de un 2 1% pero los toros están a un 8 %”
Si en Castilla-La Mancha los problemas de paro no fueran de un 28´5%, la región no fuera la que más emigración laboral registra según el informe Randstad, con 16.443 castellano-manchegos en su mayoría jóvenes. Si el actual Gobierno regional no se hubiera negado a abrir los comedores escolares este verano. Si no se hubieran recortado las becas comedor, si no se hubieran suspendido los programas de gratuidad de los libros de texto a pesar de que se dan menos becas, ni encarecido las matrículas y las residencias universitarias. Si el sector sanitario no se estuviera ahogando poco a poco con la clausura de plantas hospitalarias, largas listas de espera y el cierre de más de mil camas. Si la presidenta regional no manifestara que “Cuenca quiere a la Fiesta y lo atesora con una feria estupenda” mientras los pacientes del Hospital conquense Virgen de la Luz reciben la quimioterapia en pupitres escolares, quizá el apoyo incondicional al mundo del toro pasaría desapercibido.
Y es que según las palabras pronunciadas por María Dolores de Cospedal: “los toros no pueden morir, moriría España”. De la educación y la sanidad castellano-manchega ya se encargan los recortes.