¡Ya no quedan entradas!

Un agujero en Albacete, ‘The Hole’

Miguel Ventayol

Hay artículos que no pueden empezar nunca de manera seria pero esconden cosas serias como el que más.

Podría decir que estaban sentados juntos unos de Comisiones y de Podemos y una tía en cueros se les sentó encima y podríais pensar que estoy hablando de la reunión de ZP y Bono con Pablo Iglesias, pero no.

Voy a hablar del espectátulo The Hole que estos días se representa en Albacete y al que deberías ir si quieres ser alguien en Albacete.

He dicho lo de Comisiones y Podemos porque da muchas visitas, como sacar unas tetas en portada, sin mala intención, con buen gusto y porque todo el mundo está comentando la obra en la ciudad.

Si un periodista de la ciudad dijera en una misma frase que se ha cepillado a Carmen Bayod y a José Bono correría la sangre. Pero como lo dice en tono de humor la Terremoto de Alcorcón, pues parece que la cosa queda en nada.

Pero lo dice.

Y muchas más cosas que no voy a destripar, claro.

El espectáculo dura dos horas con intermedio, una excusa perfecta para hacerse fotos con chicos y chicas guapas y consumir en el bar del Teatro Circo, todo muy bien pensado. Es un espectáculo que merece la pena ver.

A nivel artístico es una delicia comprobar la calidad que tienen todos sus actores, independientemente de que te guste más o menos las cabriolas o de que te guste más o menos ver pechos desnudos y pitos al aire (y volando).

The Hole lo mueve la Terremoto, una cascada de buen humor, desparpajo y chistes que no te da opciones ni respiro. Descarada, deslenguada y provocativa, siempre y cuando seas de los que se deja provocar.

Y en Albacete todavía quedan muchas personas que con poco van.

Porque el Hole sigue un cliché clásico del cabaret con buen gusto. Sí, se ven culos, tetas y un pene; pero a los diez minutos dejas de sentir el mareo para centrarte en el espectáculo, la danza, la música, y las acrobacias, así como los chistes a toda mecha de la Terremoto.

Lo que queda claro es el nivel artístico, la calidad y profesionalidad. Todo está bien envuelto, todo está sincronizado, incluso las improvisaciones y la interacción con el público.

(Inciso. Los de Albacete somos sosos por naturaleza, pero en The Hole todo el mundo aplaudía, todo el mundo cantaba, daba palmas y se emocionaba)

Aunque es cierto que muchas personas todavía se inquietan por ver un pene, un culo redondo de hombre o dos mujeres besándose en un escenario.

Pero para eso está cada cual.

Pudimos ver a chicos fotografiando cómo un buenorro tocaba las tetas a su novia, pudimos ver a una señora bien acariciando el culo redondo y prieto del mismo buenorro. Y pudimos ver baile, música y chistes picantones. Así como a unos acróbatas impresionantes con un físico y una coordinación portentosa.

Nada mejor para el frío y para nuestro aire meapilas de final de enero.

teatro, the hole