En las Elecciones del 20 de diciembre de 2015, Podemos obtuvo 69 escaños, 5.189.133 votos, un 20.66 por ciento del apoyo. Y en las siguientes Elecciones del 26 de junio de 2016 el resultado de Unidos Podemos fue 71 escaños, 5.049.743 votos, el 21.10 por ciento del espectro. En esta última convocatoria, sin embargo, el resultado fue algo decepcionante porque a los votos de Podemos de la primera convocatoria no se lograron sumar los 923.105 (3.67 por ciento) de Unidad Popular, que confluyeron en Unidos Podemos en la convocatoria de junio.
Las razones de esta no adición de votos fue el aspecto más importante que se intentó aclarar y comprender y, tal vez, lo que esté en el origen de muchas de las iniciativas que se han tomado, no solo en Podemos sino en las estrategias de todos los partidos del espacio electoral. Pero, en cualquier caso, se produjo la aparición de un espacio electoral que fue imaginado, descubierto y construido por Podemos. Detrás habría, en general, una historia de lucha del PSOE por ese espacio electoral central y una no aprovechada ocupación del hueco devenido por IU. Esa es la importantísima contribución aportada por los fundadores de Podemos.
Tal vez a ese espacio electoral evidente le corresponda un espacio sociopolítico que se podría caracterizar por una mayor sensibilidad hacia los problemas de la exclusión social, hacia el interés por lo público, hacia las propuestas económicas en relación con la sostenibilidad y hacia la igualdad y la recuperación de la democracia, tan deterioradas por la práctica neoliberal.
El problema que se presenta ahora es saber cómo y hacia dónde se puede gestionar, administrar, dirigir, ese espacio político. Y es el problema que se plantea Podemos en relación con el congreso que se ha llamado ‘Vistalegre II’. A eso apunta el artículo de Jorge Moruno ¿Qué se discute en Podemos? (Cuartopoder, 5/1/2017): construir una mayoría social y determinar un modelo organizativo. Y a eso se encaminaron las propuestas de la consulta ciudadana del 18 al 20 de diciembre: a la modificación del sistema de votación para la elección del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos.
Aunque las propuestas eran, o parecían ser, solo instrumentales sobre el sistema de votación; en sus planteamientos se veían latir orientaciones diversas de hacia dónde dirigir la nave de Podemos. Se puede comprobar en las propuestas más votadas.
- Avanzar hacia un modelo más participativo, hacia una alternativa más abierta, en donde quepa sumar a todas las personas comprometidas con el cambio político y la transformación social, para construir un movimiento popular que cambie la realidad de este país y democratizar los bienes comunes. (Propuesta de Podemos en Movimiento; 10.313 votos, un 10.50 por ciento).
- Aunque los documentos podrán votarse independientemente de las listas al Consejo Ciudadano Estatal y de la Secretaría General, cualquier documento deberá ir vinculado a ‘un/a’, ‘candidato/a’, a ‘secretario/a general’ y/o a una lista para el Consejo. Asimismo, cualquier ‘candidato/a’ a ‘secretario/a general’ y/o lista para el Consejo Ciudadano Estatal deberá ir acompañado de un proyecto integral que comprenda los cuatro ejes. El sistema telemático de votación tendrá que hacer evidente esta vinculación. La votación de los documentos se llevará a cabo al mismo tiempo que las votaciones de las listas al Consejo Ciudadano Estatal y la Secretaría General. (Sistema DesBorda; 40.830 votos, un 41.57 por ciento).
- La segunda Asamblea Ciudadana Estatal se celebrará en dos fases. En la primera, se discutirán y votarán los documentos organizativos, código ético y documento relativo a garantías democráticas, de acuerdo al calendario y procedimiento que se establecen en las normas detalladas que apruebe el Consejo Ciudadano Estatal (CCE). En la segunda fase, se discutirán los documentos políticos y se elegirán a las personas que compondrán los órganos de dirección, esto es: quién ocupará la secretaría general, quiénes compondrán el Consejo Ciudadano Estatal y quiénes conformarán la Comisión de Garantías. Estas tres votaciones a candidaturas tendrán lugar de forma independiente. (Recuperar la Ilusión; 38.419 votos, un 39.12 por ciento).
Estos tres breves fragmentos dejan ver la diversa orientación de las propuestas. En la primera, Podemos en Movimiento, el foco se pone en el activismo y la transformación social y en la construcción de un movimiento popular. La segunda, Sistema DesBorda, que se autoasigna el nombre de un procedimiento de elección (Borda) ligeramente modificado, se trasluce una preocupación fundamental por la cohesión y la coherencia organizativa, en su propuesta de asociar gestión ejecutiva con contenidos programáticos. Y en la tercera, Recuperar la Ilusión, la voluntad de inclusión extendida ya que, al votar separadamente los programas, éstos tendrían la amplitud de poder ser gestionados por distintos equipos directivos y ser referente para un más amplio sector de electores.
La deriva del espacio Podemos es compleja por diversas razones. Por la complejidad de la situación social, del orden socio-económico, en primer lugar, y por la propia naturaleza contradictoria de Podemos de encarnar, o no, el referente y la herencia de lo que supuso el 15M. Hay elementos preocupantes respecto a comprometer el futuro, como que a propuestas y a razones concretas no se haya respondido con mejores razones y mejores propuestas, sino con descalificaciones globales y con juicios de intención. Y con sagaces intrigas de comité, tan frecuentes en otro tipo de políticas. Si las divergencias se empiezan a resolver ya con estas metodologías el futuro del espacio Podemos estará comprometido. Se disolverá. Incluso en la forma previa: mayoría socioliberal e izquierda testimonial.
La solución más deseable para ese espacio, si fuera posible, sería recuperar ese espíritu que se vivió en la calle el 31 de enero de 2015 y al que corresponde la foto anterior. Se trataría de lograr, de ir construyendo y reconstruyendo, un orgullo y una alegría en la diversidad, porque el espacio Podemos necesita cierta cohesión organizativa, cierta inclusividad, y determinado nivel de activismo social, para que se puedan realizar las finalidades para las que fue inventado.
A lo mejor no estoy en lo cierto.
Mario Plaza, 6 de enero de 2016