Ayer ocurrió algo interesante. En la habitual nota de actualización de casos por COVID-19 que ofrece la Junta de Castilla-La Mancha había varios errores. El primero tenía que ver con el número total de casos en la región. Se apuntaba que ya suman 36 441. El problema es que ese dato, 36 441, es el que se había dado el día anterior, miércoles 16 de septiembre. El número correcto sería 37 258, que se obtiene sumando los casos nuevos (817).
Por otro lado, la cifra de infectados de la provincia de Cuenca tampoco cuadraba. Si el miércoles había 2 286 positivos, el jueves ya eran 4 347. Es decir, un aumento de 2 061 casos en un solo día, casi el doble. Si Cuenca no ha abierto hoy el Telediario es porque este dato también es erróneo, claro.
En el primer caso, todo apunta a que la persona encargada de redactar la nota se equivocó y utilizó la del día anterior. Totalmente comprensible. El segundo ya es un poco más raro, porque en Cuenca se dieron, según la nota, 89 nuevos casos este jueves. Es decir, que sumados a los del día anterior serían 2 375. Pero, al fin y al cabo, equivocarse es de humanos. Que la Junta traslade los datos a través de notas y archivos PDF es algo que, sin duda, puede dar lugar a que se cometan este tipo de errores, pero esa es otra historia.
Ahora bien, lo que ocurre con la prensa de esta región es harina de otro costal. Un fallo de transcripción lo tiene cualquiera. Pero cuando te cuelan datos erróneos, aunque sin mala intención, como parece ser el caso, que son fácilmente comprobables, el problema es otro: que no estás haciendo tu trabajo.
Desde ALBACETE CUENTA, hemos comprobado la información que han dado los principales medios escritos regionales y provinciales respecto a esta nota y hemos constatado que todos han publicado los datos equivocados. Todos.
Concretamente, los diez medios digitales que más usuarios únicos tuvieron en agosto, según los registros de OJD, copiaron y pegaron la fallida nota. Los de papel, que no están entre los más leídos en Internet, también. Tal vez sea más sangrante, si cabe, el caso de los provinciales de Cuenca, que no saben cuántos casos tienen en su provincia; o el de los supuestamente especializados, que a pesar de pasarse el día buscando cómo hacer daño, en esto ni han caído. Aunque claro, con una duración media de sus visitas de 28 segundos, parece que la apuesta por los contenidos de calidad no está entre sus prioridades.
Somos perfectamente conocedores de la situación crítica por la que están pasando muchos medios de comunicación. El futuro para la mayoría de ellos no está claro. Recientemente, hemos visto cómo se han desmantelado las redacciones de dos periódicos que, aún hoy, siguen apostando por el papel, aunque ahora en forma de diario gratuito. Los periodistas, en condiciones de trabajo precarias, tienen que hacer malabarismos para rellenar páginas, y el copy/paste es la forma más sencilla.
Que el futuro de la prensa pinta mal, es evidente. Pero, tal vez, lo primero que deberían hacer los medios de comunicación y sus periodistas es empezar a hacer mejor su trabajo. A partir de ahí, ya se verá qué modelo de negocio adoptar para que todo el mundo pueda vivir y trabajar con dignidad. No va a ser fácil, pero tampoco parece que haya muchas más opciones.