El mismo tipo sonriente que ha renovado con el CBV Villarrobledo y mira el otoño con ambición ”habrá que hacer algunas incorporaciones. Estamos  viendo videos y perfiles”, pero esto lo diremos dentro de poco, tendréis que esperar, amigos. Lo que se busca son jugadores que se acoplen desde el primer día a la filosofía CBV, espectáculo, puntos, diversión, familia. Y eso que se ha escapado uno de los jugadores más decisivos de la liga, el mejor ladrón de carteras de la liga EBA, Roberto Rueda, a un equipo francés. ¡Tanta es la calidad de EBA y del CBV!

Tudespensa.com CBV Villarrobledo ha mantenido la categoría y ha renovado a su entrenador, Boris Balibrea, quien cuenta sin tapujos algunas de las impresiones del año deportivo.  “Nosotros íbamos con el punto de mira fijo. No bajamos los brazos, no dejamos de creer, no dejamos de remar en ningún momento”, dice en referencia al complicado inicio de temporada, “Este puede ser nuestro punto de inflexión, la CONSTANCIA. Supimos convivir con el “sufrimiento”, nos aliamos a él, nos hizo dar el paso que necesitábamos para ganar partidos”.

El límite es no ponernos límites

No hubo altibajos esta temporada, le gusta la constancia y así lo ha transmitido, “había que estar siempre al nivel que exigía la liga. Empezamos dedicándole muchas horas al día, entrenado mañana y tarde 4 días a la semana, con el fin de construir. Poco a poco, hemos ido reduciendo esta carga”.

La carga de trabajo se suavizó frente a otros aspectos como “retocar, mejorar y pulir detalles”. Y dos cosas fueron importantes: “los de fuera sabían que para rendir al 100 %, tenían que trabajar al 100 %. La gente de la “casa” sabía que JUGAR EN EBA NO ES GRATIS”. El punto de mira se fijó en la salvación, se tenía que conseguir si o si. Curiosidades del deporte, una vez conseguido, “el único bajón de la temporada se dio  cuando conseguimos nuestro objetivo, a tres  jornadas para el final.  Nos desinflamos. Yo el primero”.

La liga EBA es dura, pero con un baloncesto de mucha calidad. Balibrea es consciente de que el CBV tuvo su parte de relevancia pues  “sólo hubo 3 partidos en toda la temporada que no tuvimos opción de ganar, y hemos estado en la parte baja de la clasificación”. Se ha dicho durante todo el año, debido a diversas circunstancias y la cuestionable organización de los grupos por parte de la Federación, el nivel de los grupos era muy dispar, “es el grupo más competido de liga EBA. La liga tiene equipos muy diferentes, con plantillas y planteamientos muy distintos que hacen atractiva esta liga. Cada partido es diferente, y los dos equipos que juegan, luchan por  imponer su juego. Nosotros apostamos por un juego valiente, arriesgado y tratando de llevar la iniciativa del partido en todo momento”

Y eso se nota, segundo mejor ataque de la liga, “espectáculo y vistosidad”.  De las mejores valoraciones, mejores en robos y porcentajes de tiro. El CBV parecía tener un solo límite en la salvación pero tenían otro escondido: “No ponernos límites”.

De ahí que 2014 / 2015 se presente cargado de expectativas. Boris Balibrea quiere mejorar, va con su carácter y con las premisas del club “cada año tiene que ser mejor que el anterior”. Además quieren revitalizar y mantener bien alta la ilusión generada en la afición. Se presenta una temporada ilusionante, cargada de motivaciones y esperanza. El club tiene estructura para seguir creciendo, pero sobre todo, personas con ilusión que hacen que todo esto sea posible. Creer y soñar.

Creer y soñar como los buenos competidores, los que saben que no solo de victorias se sobrevive sino de esfuerzo, sacrificio, diversión y claro, una gran familia como es el CBV.

Los cinco mejores recuerdos de la temporada de Boris Balibrea:

1. Evidentemente el día de la salvación. Aquel día confirmó que todo el esfuerzo de la plantilla, cuerpo técnico, directiva, club, cantera, padres y madres, patrocinadores, aficionados….valió la pena. Nos merecíamos volver a estar un año más en liga EBA y después de estar 22 jornadas en el descenso, lo conseguimos. La sensación de alivio, tranquilidad, felicidad, orgullo… no se puede describir.
2. El primer día que llegué a VILLARROBLEDO. La primera toma de contacto con la junta directiva en una cena informal y distendida. La rueda de prensa de presentación. Mis dos primeros días en Villarrobledo me dieron la tranquilidad y confianza de saber que estaba en el sitio adecuado, con la gente adecuada.  Des de ese primer día, ya sabía que todo iba a ir GENIAL. Me llevé muy buena impresión de la gente que forma el CLUB, que al final es el motor de todo esto y me vi FELIZ en este proyecto.
3. El increíble partido y mejor ambiente que vivimos el día que nos enfrentamos al Real Madrid en el Pintores Arena, a pesar de la derrota. Aquel día, fue tocar el techo. Pusimos contra las cuerdas a uno de los aspirantes a ganar la “Liga” , con todos sus efectivos al 100% (creo que han jugado muy pocos partidos con toda la plantilla al completo) en un ambiente inmejorable. El pabellón estaba a reventar.
4. Este “recuerdo” engloba a todos los buenos momentos que hemos podido disfrutar fuera de la pista. Creo que es de lo mejor que te deja el Basket. (Gachas, Caldereta, Gazpachos, las croquetas de Agustina, excursiones a las Lagunas del Ruidera, al Castillo de Alarcón, los viajes a Tenerife…) Todo esto, de la manera que lo hemos vivido y el gran grupo humano que se ha forjado con la excusa del baloncesto, hace que sean recuerdos imborrables.
5. Por último, creo que no pueden faltar las sonrisas de mis “peques”. El grupo de benjamín que llevo. Estoy seguro que estos pequeños craks, insaciables y con ganas de comerse el mundo merecen estar en el “TOP5” de mejores recuerdos. No me puedo quedar con un momento concreto, porque ha habido muchos, pero son la viva imagen del CBV. Futuro.