El otoño se ha instalado en Albacete con la clara intención de quedarse con nosotros: frío, lluvias y un descenso generalizado de las temperaturas. Sin embargo, en el Partido Popular de Albacete, según nos cuentan y constatamos todos los días, parece ser que los días no serán fríos estos próximos meses, todo lo contrario, será un otoño muy calentito.
Las espadas políticas están en todo lo alto, ya que la guerra es abierta para conseguir el tan ansiado puesto de ser el número uno en la candidatura municipal a la alcaldía de la capital albaceteña. Por un lado está Marcial Marín -el quemado, amortizado y desautorizado- consejero de Educación y Cultura. Marcial está que no vive por el ser el candidato, ya que si el PP pierde la región se encontraría en una posición muy difícil, laboralmente hablando, ya que su plaza en Adeca está ocupada y si los puestos políticos escasean después de mayo de 2015 lo tendría más complicado para volver.
A Marcial ya lo vimos en la Feria codeándose con todas las asociaciones y en muchos momentos ejerciendo de alcalde ante las continuas ausencias de Bayod. Hablando de la alcaldesa, hay también un sector de su partido que ante la guerra que se avecina están manifestando que lo mejor sería que Bayod repitiese de candidata y a los pocos meses que diese el relevo al número dos pero esta postura parece que es minoritaria y que no convence mucho a Cospedal, que será la que finalmente y, como siempre, imponga su decisión desde Madrid.
Por otro lado está el delegado de la Junta en Albacete, Javier Cuenca. Nos consta que está encantado de que lo pongan en las quinielas y le hacen chiribitas los ojos cuando se lo dicen, aunque juega con la carta de que es el menos conocido para ser alcalde. Se queja internamente de que sus asesores y responsables de prensa lo venden poco pero es que lo tienen difícil, ya que este hombre transmite muy poco y da la sensación de estiramiento.
Y, finalmente, por ahora hay una cuarta candidata que se encuentra tapada. Mujer, por más señas y consejera que sería la solución salomónica de Cospedal si la guerra interna fuese a más y tuviese que dar definitivamente el relevo a Bayod. Esta cuarta vía está muy en secreto pero no la quieren cerrar todavía, en espera de cómo evolucionen las circunstancias antes de fin de año.
Otro frente abierto por los populares es el de las alcaldías de los municipios denominados “grandes”, que son los que les importa. Almansa le quita el sueño a Cospedal, ya que aunque su candidato es el actual alcalde Paco Núñez, está perdiendo votos a manos llenas y los independientes (sus aliados incondicionales) podrían hasta desaparecer del ayuntamiento en las próximas elecciones, con lo que el cambio en Almansa es casi una realidad.
Hellín, Villarrobledo y Caudete pudieran también ser vuelcos electorales, ya que el desplome de los populares, la subida de las nuevas formaciones y unos buenos resultados de los socialistas podrían hacer que la balanza se inclinase hacia la izquierda.
Todo esto dependerá de cómo se desarrollen en los próximos meses las luchas internas del PP, de los candidatos del PSOE para ver si remontan y cual sea la evolución de las formaciones emergentes como Podemos, Ganemos, Upyd y Ciudadanos.