Consideremos alguna propuesta de dos programas electorales en relación con las Elecciones Generales de 2015.

«Queremos unas comunidades y ciudades autónomas austeras, fuertes y eficaces, comprometidas con el interés general, que contribuyan a la modernidad del país y sean capaces de cooperar entre sí para afrontar los retos presentes y futuros. Que hagan efectiva la igualdad y la solidaridad entre todos los españoles». (Pág. 58 del Programa electoral del Partido Popular).

«Una España ciudadana […] para que el ejercicio del poder […] sirva más y mejor a los ciudadanos […] pero sin romper, al contrario, la igualdad básica de los españoles en derechos y deberes». (Pág. 11 ‘Un nuevo proyecto común para España’, Programa electoral de Ciudadanos,)

No se sabe si se pueden ilustrar la igualdad y la solidaridad de manera gráfica. Por ejemplo, con diversas clases de comedores sociales.

Y así mismo respecto de la igualdad ante la ley del Artículo 14 de la Constitución.

Como se puede comprobar en la primera fotografía se están cometiendo dos delitos: presentar resistencia a dejarse arrastrar, y fotografiar la escena. En cambio, tras las presidencias de Don Miguel Blesa y Don Rodrigo Rato, Bankia necesitó una inyección de 22.424 millones de euros, pero parece que no se puede saber si se cometió algún delito.

O tal vez ocurra que, como dice Vicent Navarro en, Ataque a la Democracia y al Bienestar, Anagrama 2015, pág. 114, que “Ver los países como unidades de acción, sin considerar las clases sociales dentro de ellos, es un profundo error, un error que constantemente se reproduce. Es lógico y previsible que los grupos económicos y financieros dominantes y los estamentos políticos y mediáticos influyentes (que monopolizan los símbolos del país) quieran que la población así lo vea, es decir, pretenden representar a la totalidad del país”.

En el fondo no hay nada nuevo: “La Ilustración, Hegel incluido, por más que se emocionara con el “pueblo”, partió del mismo presupuesto. Nos hallamos divididos en bloques antagónicos y la ficción de una sociedad armoniosa hay que dejársela entre nosotros a los profesionales del engaño. Ya hace más de 300 años que el viejo Hobbes no creía en ella”. (José María Ripalda, La Nación Dividida. Raíces de un pensador burgués: G. W. F. Hegel, Fondo de Cultura Económica, 1978, pág. 11).

Si uno se acuerda e imita el primer verso del poema Insomnio (Hijos de la Ira, 1944), a saber, “Madrid es una ciudad de más de un millón de muertos (según las últimas estadísticas)”, y son importantes la fecha y los contextos económico y político, se puede señalar que España (según el VII Informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2014, de la Fundación FOESSA) es un país en el que el 25% de la población se halla en estado de exclusión. Que, además, hay 5 millones de personas excluidas de forma severa de entre los más de 11,7 millones de personas que supone ese 25%; y de éstas el 77,1% sufren exclusión en el empleo, el 61,7% exclusión de la vivienda y el 46% exclusión de la salud.

Para acabar únicamente acordarse del poema de León Felipe (Llamadme Publicano, 1950):

Yo no sé muchas cosas, es verdad,

pero me han dormido con todos los cuentos…

y sé todos los cuentos.

Así estamos respecto de las Elecciones del domingo. Tomen nota por si pudiéramos despertar de algún que otro mal sueño.