Tras las felicitaciones de compañeros por mi reciente maternidad el teléfono “del trabajo” dejó de sonar. Y fue ese silencio el que me hizo comprender que al pasar el 31 de diciembre de 2011 me quedaría sin trabajo.

De poco sirvió la profesionalidad, la experiencia, la colaboración y, en mi caso, aguantar al pie del cañón hasta 13 días antes de dar a luz. “Eres muy buena periodista, eso no me cabe duda y no puedo tener ni una sola queja de tu trabajo, pero la decisión no depende de mí…”. Eso fue lo que me dijo el, por aquel entonces, jefe de Comunicación del Consejero de Sanidad y así terminó todo.

A quien tomó la decisión no le tembló el pulso al hacerlo, por falta de escrúpulos o por poca implicación, todo sea dicho. Pero para mí fue el fin de mi mejor etapa como profesional en un puesto de trabajo en el que aprendí, di lo mejor de mí e intenté desarrollar mi responsabilidad de la mejor forma posible.

La maternidad ocupaba prácticamente en exclusiva mi tiempo, dejando pocos momentos para las reflexiones de lo incómodo, por suerte para mí. Pero como en todo llega el día en el que necesitaba más, no a nivel personal, sino profesional. La periodista que llevo dentro pedía volver a salir… ¿Y cómo evitarlo?

Entonces, como caída del cielo, llegó Ana Cuevas, con su sonrisa eterna, su buenas vibraciones y sus ganas de decir BASTA ante tanta “caza de brujas” profesional. Nos tomamos un café y la conexión entre ambas surgió. Hablamos de nuestros niños, de nuestras cosas y me presentó Albacete Cuenta. Debo reconocer que me enamoré de este medio nada más verlo. Tanto por su estética, que es una maravilla, como por su interior.  Es un medio de comunicación libre, en el que puedo contar a nuestros lectores aquello que me inquieta, me preocupa o, por qué no decirlo, me saca de quicio.

Hoy celebramos su primer aniversario… Todo un éxito para un medio pequeño por fuera, pero inmenso por dentro, en el que intentamos, en la medida que podemos, ser un altavoz de nuestra sociedad, para luchar por solucionar sus problemas y aplaudir sus logros. Es en lo que creemos, es por lo que trabajamos.

Por todo, y por lo que tiene que venir, gracias Ana. Feliz primer aniversario.