¡Cómo están las cosas en Albacete y en el resto de la provincia! Ha llegado la precampaña sin darnos cuenta, como la primavera, lo esperas pero te sigue sorprendiendo. Así, entre café y café, entre paseo y paseo, entre pinchazo y pinchazo de ruedas, pescas una conversación, porque es lo que tiene ser cotilla y medio periodista.

Puedes pescar a un Alcalde diciendo que lo llamaron del Ministerio X (no seáis malos, no tiene nada que ver con Nacho Vidal) para felicitarle por ser uno de los municipios más saneados de España. Pero también puedes escuchar de reojo a un concejal de empleo explicando que sus trabajadores están supercontentos y no habrá ningún problema, como «sí los hay en otros ayuntamientos».

Casi sin darte cuenta, otro concejal de un partido que no digo, por él, por mí y por todos mis compañeros, te confiesa: “Me dan miedo las puñaladas de los otros, pero me dan más miedo las puñaladas de mi partido”.

Y eso que yo no disimulo, soy un tío con coletas.

Para coletas la que tienen liada por Albacete, que nadie se libra de estas cosas y me perdonen los amigos de Podemos en las redes sociales. Pasó un tipo por mi lado sin darse cuenta de que podría utilizar sus palabras telefónicas si hablaba demasiado alto. El señor del teléfono voceaba a dos pasos de mí que “no pensaba presentarse ni nada parecido pero al final he pensado que sí. Que vamos cinco porque así cuanto más nos presentemos, menos oportunidades tendrán los de Podemos”.

Llevamos un año entero oyendo cosas como lo de la «casta». Llevamos un año escuchando cosas como lo de la vieja política y la regeneración. Y resulta que ha llegado el momento de hacer las listas de las municipales y se hasta el más íntegro se ha puesto nervioso. Todos, absolutamente todos. Del partido más consolidado al partido más novato.

En el PP ya tienen candidato pero no listas de concejales, sé porque me lo han dicho que muchos se irán y muchos otros quisieran entrar. Sé, porque me lo han contado, que los puñales vuelan.

Como vuelan en el PSOE, donde Modesto se está pateando calle a calle, barrio a barrio, algunas de estas visitas con notas de prensa, otras solo por ver y escuchar. Pero su lista va a traer cola. La duda del PSOE es: ¿Vieja guardia o renovación?

En UPyD ha dimitido el coordinador provincial y veremos cómo el candidado capea el temporal de cara a las elecciones. ¿Un mutis por el foro? Las malas lenguas dicen que Ciudadanos se está frotando las manos.

No van mal de lío los partidos y agrupaciones. Que no es lo mismo hablar que tener un sillón con sueldo remunerado.

No quiero juzgar a todos con el mismo rasero pero llega un momento en la vida en que sí, lo hago y que me demuestren lo contrario, que me demuestren como ciudadano que no son piratas, manguis, o que durante cuatro años no se van a pasar los plenos jugando al Candy Crush o guasapeando con el/la amante.

Que me demuestren que en los partidos y en las listas de candidatos se han quedado los buenos y no los malos que aguantan carros y carretas y camuflan la ética por el bien del partido. Que se queda gente que trabaja no personas que medran y esconden bajo las siglas sus intereses personales y sus egoísmos particulares.

Porque por desgracia para todos y cada uno de nosotros, las palabras y las buenas intenciones se las lleva el viento y en estos años de crisis hemos aprendido a mirar con lupa y decir las cosas en voz alta o medio alta. A veces nos ha servido, a veces no tanto.

Pero han llegado las elecciones. Según los sondeos de calle, María Dolores de Cospedal volverá a ganar en Castilla-La Mancha porque el pobre Page bastante tiene con patearse la región sin más publicidad ni brillo.

Pero yo no soy adivino, solo escribo comentarios de personas por la calle, o despachos con puertas medio abiertas de personas indiscretas.

Es lo que tiene ser cotilla.

Pero un cotilla que irá a votar y seguirá contando los chismes que pesque. Más que nada porque uno de los comentarios más agrios que suelo escuchar es que en los partidos sigue quedando la gente de siempre y quienes se acercan con nuevas y buenas intenciones, o tienen tragaderas, o se quedan en el camino y desaparecen.