No todos los médicos son iguales, como en todos los ámbitos. Pero hay unos que son siempre excelentes: los sanitarios de la UCI de Medicina Intensiva de Albacete. En pandemia y en situación sanitaria normal.
Los médicos intensivistas son la élite de la Medicina. Después de la carrera tienen dos años de especialidad y después otros tres años de estancia continuada en la Unidad de Cuidados Intensivos atendiendo a enfermos muy graves, siempre tutelados. Su preparación supone una inversión para las arcas del Estado, porque formar a un facultativo supone seis años en una Facultad de Medicina -donde lo que el estudiante paga es menos de la décima parte de lo que realmente le cuesta al país su preparación-. Once años que son una inversión en formación en la que participamos todos los españoles.
Son expertos en el manejo de la vía aérea: intubación, traqueostomía, tubos de drenaje torácico… Técnicas que dominan y te ofrecen gran seguridad en estos casos donde es muy necesaria la ventilación mecánica y las extubaciones. En Albacete, ¡ya van 19! La Medicina Intensiva es una especialidad muy tecnificada pero para la que hace falta una gran dosis de humanidad y nuestros especialistas de Albacete, la tienen.
Todos sus pacientes están muy graves y su satisfacción es sacarlos adelante. Pero, además, estos profesionales están totalmente volcados en la información que ofrecen a la familia. Todos los días el médico que lleva al paciente le va dando a la familia las novedades del tratamiento, del diagnóstico, del pronóstico que piensan tiene el enfermo. Consideran que la información es importante, así como la cercanía del personal sanitario. Algo que se ve en muy pocos departamentos.
El servicio de atención a pacientes críticos en Albacete se ha incrementado en un 160 por ciento en el mes de marzo, pasando de 30 camas a 78. El aumento responde a las necesidades asistenciales por la situación de emergencia sanitaria derivada del coronavirus Pero la más importante, la UCI de Medicina Intensiva -de la que les venimos hablando- ha pasado de 12 puestos a 48.
Hace falta más
Es la hora. Los hospitales privados deben estar desde ya al servicio de los albaceteños, de todos. Los médicos deben atender igual a todos los pacientes tengan recursos económicos, o no. Vengan del campo que nos alimenta, o no.
Hoy todos los pacientes están en la pública. En plena pandemia, algunos infectados han tenido la mala suerte de conocer por primera vez las instalaciones del Hospital de Albacete desde dentro, que ya tenía muchas carencias. Todos saturados. Ricos y pobres. Todos sufriendo la espera.
Que nada vuelva a ser igual.
Ojalá sean los propios empresarios y privilegiados los que pidan un hospital digno para todos. No nos olvidemos de la marea blanca, de sus gritos de auxilio en los años de austericidio y su voz no era escuchada igual.
Ahora todos sabemos que son imprescindibles.
Que nada vuelva a ser igual.
No puede haber hospitales de primera y de segunda.
Pero que los intensivistas no cambien.
Vosotros siempre habéis estado a la altura. Vosotros siempre habéis cuidado a todos por igual.