12 de junio de 2013 - 12 de junio de 2024

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años de periodismo
España es el segundo perceptor de estas ayudas

La PAC segura, gracias al presidente Sánchez

  • Son los agricultores y ganaderos los españoles que mejor comprenden la importancia de la Unión Europea
  • Las secciones de Economía de los medios de comunicación discriminan la información al respecto
  • El presidente del Gobierno, sin embargo, condicionó su apoyo al Presupuesto europeo a la defensa de la PAC, como nunca antes se había visto en España y casi como si fuera el presidente de la República Francesa

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Este 1 de febrero, como cada año, ha comenzado la campaña de solicitudes de la Política Agraria Común (PAC) hasta el próximo 30 de abril. Las ayudas directas ascenderán a unos 5.000 millones de euros para 2021, suponiendo la mayor inyección de liquidez en el medio rural en todo el país y la política más importante, en términos económicos, en muchas comunidades autónomas.

En la actualidad quedan alrededor de 615.000 los perceptores de las ayudas directas, agricultores y ganaderos españoles. Casi 300.000 menos de los que nuestro país tenía en 2014, tras expulsar del sistema a los más pequeños, aquellos que tenían derecho a percibir menos de 300 euros de ayuda por explotación, debido a la decisión ideológica del Gobierno de Rajoy y de su ministro Arias Cañete que, conllevó también el mantenimiento de los privilegios de algunos agricultores y ganaderos muy grandes y el fomento de la denominada agricultura de sofá, en contra de lo que hizo Francia, que redujo a los que más ayudas recibían en ese momento, como parece lógico.

En un contexto económico muy pendientes de si llegan y cuándo, los fondos de reconstrucción, lo que es seguro es que la PAC sigue siendo la mayor fuente de ingresos para España, procedente del Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Unión Europea (UE). Más que el FEDER y muy por delante del FSE. En los presupuestos ordinarios comunitarios, la rúbrica 3: Recursos Naturales y Medio Ambiente, donde se encuentra la PAC, representa el 30%.

A pesar de que estos datos no ocupen tantas páginas de periódicos, ni minutos de tertulias, es fácil darse cuenta de la importancia de la transparencia en este tipo de información y de la probable dificultad que encuentran muchos periodistas para hablar sobre este asunto a fondo, más que por indiferencia de la ciudad al campo, por ignorancia. No así el presidente que, aunque tachado de urbanita, ha defendido como ningún otro presidente anterior los intereses de los agricultores y ganaderos españoles, llegando al extremo de condicionar su «sí» al Presupuesto, a la defensa de la PAC y negociando él en primera persona, donde por cierto no necesita traductor. La autoestima, con un presidente así, aumenta.

En nuestro idioma, también las actas del Congreso muestran que ningún otro presidente le ha igualado, desde la tribuna de oradores, en hablar de la PAC, de los agricultores y del Reto Demográfico, asunto al que le ha otorgado rango en una Vicepresidencia. Por tanto, el éxito del acuerdo sobre el MFP y los fondos para la reconstrucción para nuestro país, fue bien representado por el Presidente Sánchez, como nunca antes se había visto y haciendo frente común con Francia e Italia frente a los denominados frugales. En ese paquete, durante la negociación, se priorizaron bien los fondos de la PAC y se transmitió un mensaje de apoyo a los agricultores y ganaderos y al medio rural, en su conjunto, en el inicio de la pandemia.

Esa reivindicación y reconocimiento ha sido también común entre la sociedad española en este difícil año. Y es el momento, de que el presidente del Gobierno, como sucede en Francia con el presidente de la República, sea percibido por agricultores y ganaderos y por los habitantes del medio rural, como “su” Presidente, el que les escucha y les protege, sea del signo que sea en Europa. Lo merece la PAC, su importancia económica, pero sobre todo, el papel de aquellos a los que va dirigida y que nos ofrecen, cada día, la mayor seguridad alimentaria del mundo.

Y porque es una política fundamental en nuestro país; ahora, es absolutamente imprescindible e inaplazable avanzar en un reparto más justo de los fondos en España: priorizar a los pequeños y medianos  productores, apoyar de manera preferente a la agricultura familiar y apostar de manera decidida por la urgente convergencia de las ayudas, igualando los importes por hectárea para los agricultores y ganaderos, vivan donde vivan, siempre que tengan el mismo modelo productivo (herbáceos de secano, herbáceos de regadío, leñosos de secano, leñosos de regadío, y pastos). En definitiva, eliminar todos los errores de la PAC actual heredada. Es el momento de la regeneración, de la apuesta por el relevo generacional y de aplicar un planteamiento valiente y ambicioso, pero sobre todo, justo.

La historia nos demuestra que se puede hacer de otra manera. Que Pedro Sánchez no es Mariano Rajoy. Y que aunque desde hace años hemos oído hablar de que la PAC se va a acabar y que cada vez llegará menos dinero de Europa a España, lo cierto es que su mantenimiento es incuestionable. Pero también, hemos aprendido que lo importante es el destino de los fondos. Y que un país será mejor, cuanto más justo sea, sin expulsar a los que más necesitan las ayudas, como hizo el PP (eliminando a los que menos tierra tenía) y repartiendo mejor entre los que pueden permitirse que se les baje un poco la prima para mantener la verdadera agricultura y ganadería profesional, de los que viven en nuestros pueblos y no podrían pagar ni siquiera el recibo de la comunidad de una vivienda en el Barrio de Salamanca o el IBI del chalé en Monte Rozas.

España es el segundo perceptor de estos fondos a nivel europeo, tras Francia, y va a recibir, entre 2021 y 2027, 47.500 millones de euros, unos 6.800 M€ al año, entre las ayudas directas del FEAGA y las Políticas de Desarrollo Rural que gestionan las comunidades autónomas, financiadas con el FEADER. Se puede afirmar que la balanza en términos económicos (diferencia entre nuestros ingresos procedentes del presupuesto comunitario y nuestra contribución al mismo) entre España y la UE sigue siendo positiva (o neutra, según el año) gracias a los fondos de la PAC.

agricultura, economia, MFP, pac, pedro sánchez