Recientemente hemos conocido que el juez Ruz, encargado de la instrucción de la tremenda trama de corrupción que asola al Partido Popular y que tiene como figura protagonista a Luis “el Cabrón” extesorero del partido, ha imputado al gerente regional del PP en Castilla-La Mancha, ¿la razón? 200.000 € que el PP de Castilla-La Mancha recibió y que no aparecen ni en la cuentas oficiales del PP castellano-manchego, ni en las del PP nacional, que niega haber abonado tal cantidad. El misterio de los 200.000 € desaparecidos se une a una serie de sucesos y acontecimientos por los que nuestra región es día sí, día también, noticia en medios de tirada nacional.
Desde que Cospedal se hizo con la Presidencia de la Junta, Castilla-La Mancha es conocida en España por liderar las subidas de paro del país –su lema de campaña, tal vez pagados con los misteriosos 200.000€, rezaba: “¿Buscas empleo? Vota PP”- por la retirada de oxígeno a los enfermos, por el cierre de las urgencias y escuelas rurales, por lo finiquitos simulados en diferido, por la retirada del sueldo a los diputados –elegidos por todos- mientras se mantiene el sueldo de los asesores elegidos a dedo por ella misma, por cigarrales de 2 millones de € pagados al contado por Cospedal, o por la increíble noticia de que el marido de la Presidenta multiplicase sus ingresos por catorce, ¡14! a partir de que ella se hiciese con la presidencia de la Junta. Aunque el marido de la Presidenta acumula todavía más noticias sorprendentes que darían para varios artículos.
En poco más de dos años hemos asistido a un aluvión de políticas radicales que han supuesto un verdadero sufrimiento a la población de Castilla-La Mancha, políticas irresponsables y malvadas –no se me ocurre otro adjetivo para calificar una medida como la retirada del oxígeno- llevadas a cabo por un ejecutivo que ni le importa ni conoce esta región. Y a esto hay que sumarles los escándalos semanales de presunta corrupción, tejemanejes, chanchullos que rodean a Cospedal y a todo su entorno. Ambas cosas –las políticas radicales y los escándalos- indican que estamos ante un Gobierno al que nuestra región no le importa. Es claro que Cospedal utiliza Castilla-La Mancha para su aumentar su ego y hacer carrera política nacional, así como para favorecer a sus amiguetes y familiares, utilizando Castilla-La Mancha como un cortijo propio. Nos hemos quedado sin un gobierno que defienda nuestros intereses en Madrid, en temas vitales, como por ejemplo, el agua.
Si algo nos importa nuestra región, o lo que dejen de ella, nos urge desalojar en la próxima convocatoria electoral a esta gente a la que le importamos un pepino, o ni tan siquiera eso.