Hacer que lo difícil parezca sencillo es una cualidad que pocas personas tienen.

Pero en el deporte lo encontramos más de tres veces, lo hemos visto este fin de semana en el pabellón de Quintanar, el Angel Lacho, un pabellón casi inexpugnable. Un pabellón repleto de aficionados que confiaban en la victoria para mantener sus aspiraciones de jugar el playoff de ascenso.

Pero este año hay mucha calidad en el grupo B de la liga EBA, tanta que cualquier equipo puede ganarte en cualquier momento, en cualquier ocasión. Cualquiera.

Albacete lleva desde el verano trabajando duro, tan duro que Alfredo no da respiro a sus jugadores, porque el entrenamiento es fundamental, porque el sacrificio tiene recompensas y porque su manera de entender este deporte es así. Son muchos los jugadores que aseguran que han sacado lo mejor de sí mismos cuando Alfredo aprieta.

Quintanar 64, Albacete 69.

El marcador apretado durante todo el encuentro.

Los árbitros de nuevo apareciendo en las crónicas deportivas.

Dos equipos que se desean suerte, se desean lo mejor, se felicitan y comparten triunfos y derrotas. ¿Es esto competición? Sí, es lo que ven los chavales: la competición es todo esto y mucho más. Lo ven en los partidos y lo ven en las categorías inferiores porque un club se entiende de abajo a arriba y de arriba a abajo.

La cantera de Albacete se está preparando para ser decisiva en el futuro, un Albacete Basket que, si las cosas salen como tienen que salir, apenas una victoria más, jugará los playoff de ascenso a LEB Plata, donde habrá que invertir en gente de fuera y gente de dentro, habrá que invertir en cantera, desplazamientos, fichajes. Habrá que pelearse por mejores horarios de entrenamiento y muchas empresas tendrán que dar la cara por un deporte que vuelve a ser referente en la provincia de Albacete y Albacete capital.

Quintanar jugó con 6 hombres, 6; cuatro de ellos jugaron el partido completo. Todos ellos anotaron, obtuvieron una valoración total de 69. Mientras que Albacete Basket obtuvo 50, pero cogió 13 rebotes más, posiblemente la diferencia en un partido tan apretado. Eso, y los 13 triples de conjunto.

Albacete rascó dos puntos en el primer cuarto, cuatro en el segundo y seis en el tercero; pero Quintanar apretó en el último cuarto metiendo 25 puntos, demostrando que es un equipo que no cede.

Pero Albacete Basket sabe sufrir y defender, mantuvo y retuvo la diferencia y se trajo la novena victoria consecutiva a casa. Sacrificio y trabajo.

Las cosas difíciles que parecen sencillas, porque ganar a Quintanar a domicilio cuando se jugaban el playoff no ha sido tarea sencilla.

El próximo partido, después del breve periodo vacacional de Semana Santa, el Pabellón del Parque tendrá que llenarse, sellar el acceso directo a playoff ganando a un rival directo, Tenerife. Para certificar lo que Alfredo Gálvez afirmaba a inicio de temporada: «En Albacete está pasando algo importante con el baloncesto. hay mucha gente comprometida».

La misma gente, empresas, instituciones, medios de comunicación que tendremos que devolver lo que el equipo nos está dando. Si hay que rascarse el bolsillo, si hay que llamar a las puertas más gruesas, si hay que gritar un poco más en el pabellón, ¿no lo harás tú?