Un ojeador curioso podría analizar la investidura del nuevo Alcalde de Albacete, Javier Cuenca, a través de las fotografías de Josema de Masquealba y empezar a analizar solo las fotografáis, sin necesidad de hacer mucho más salvo esperar a que el tiempo coloque a cada uno en su sitio. Retratarse, sin necesidad de cámaras digitales ni móviles.

Hubo algunos que pelearon por entrar en las fotografías, con codazos incluso. Salieron. Hubo otros que ni con codazos lo consiguieron y vagabundean por la ciudad en ropa deportiva del diezatlón. Es lo que tiene la política, que no solo de la plaza del Ayuntamiento vive, pasan muchas cosas desde Campollano, al Paseo de la Cuba, pasando por Miguel de Legazpi, Altozano, Juzgados, calle Mayor y siguiendo hasta la UCLM hasta que te salgas por la vía verde.

Pasó lo que ya sabíamos, así que para qué escribir. Pasó lo que esperábamos e incluso el concejal de Ganemos, Héctor García, fue tuiteando en directo, así que, ¿para qué escribir? Pasó y ya está. O no.

El concejal de Ciudadanos, Pedro Soriano, fue a votar y no fue un voto secreto, lo cual tiene su guasa. En democracia un voto no secreto y encima el primer día, saliéndose del guión. Las fotografías son elocuentes.

Otras fotos son menos obvias pero muy descaradas: como esas fotos de pasillos chismosas que insinúan que el arquitecto de Ciudadanos, Arturo Gotor, será el nuevo encargado de Urbanismo del futuro equipo municipal. Habrá que verlo, solo hay que esperar, en esta vida basta con ser paciente, porque adivinos conozco pocos pero chismosos muchos, yo el primero.

Los pasillos del Ayuntamiento durante la semana anterior a la investidura se veían de otra manera, algunos miraban las paredes pensando qué color de pintura quedaría mejor, o si sería necesario colocar papel con motivos florales. Hay quien llevaba un metro en el bolsillo haciendo cálculo de mesas, estanterías y ordenador para los cambios. Hay quien calculaba a cuánto salen las horas de liberación. Eso se ve en las fotos también.

Pero el sábado era el día de Javier Cuenca, ALCALDE, quien amenazó, con su cara de bueno y tono de voz amable, al resto de partidos: Carmen Bayod ha dejado el Ayuntamiento limpio de polvo y paja presupuestariamente hablando. Él va a pelear por y para la ciudadanía con la mano tendida al diálogo, con lo cual, si las cosas no funcionan será claramente culpa de los demás.

Es lo que tiene hablar el primero y ser Alcalde.

Pero en minoría los caldos tienen menos grasa, aunque tengan las mismas lentejas.

Mientras él daba su discurso lo miraban de reojo los del Partido Socialista, los de Ganemos y los de Ciudadanos. Cada uno pensando en lo suyo, quiero decir, en los ciudadanos y en la ciudad de Albacete, que se me ha ido la tecla. Pero me entendéis, es una forma de hablar. Además, si queréis leer una buena crónica, haber comprado La Tribuna de Albacete, porque Marcelo Ortega escribe mejor que yo.

Sigo mirando las fotos y compruebo que la oposición tiende la mano al diálogo y al entendimiento, así como al consenso, algo así como no decir nada pero con buenas palabras. Las palabras son lo que sale de las bocas, de los comunicados de prensa e incluso de los tuiter de los nuevos concejales.

Luego están las acciones y los hechos:

• ¿Quiénes serán los nuevos concejales? ¿Serán solo del Partido Popular o también de Ciudadanos?
• ¿Que liberaciones habrá y con qué sueldos/salarios/asignaciones?
• ¿La bajada de impuestos prometida por Javier Cuenca se refiere a las tasas del IMD, los tributos municipales que pagamos en mayo/junio o es una manera de hablar? ¿Si pagamos menos, habrá menos pasta?
• ¿Habrá más zona azul? ¿Las calles estarán más o menos limpias? ¿Podremos entrar gratis al Abelardo Sánchez?

Y para los más descarados: ¿Con quién hay que hablar para solucionar lo mío, lo de mi hijo, lo de mi sobrino? Uy, perdón, esto es vieja política y en 2015 ha empezado la nueva política.