El concejal de Cultura, Bernardo Ortega (conocido por contratar a Leticia Sabater para esta feria) hasta ahora cobraba 1.500 euros por media jornada, pero a partir de estos momentos percibirá una liberación completa al asumir la responsabilidad de Educación, después de que dimitiese su compañera Carmen Collado. Este despropósito se suma al cinismo de agarrarse a un asesor de Cultura que tampoco aporta estudios superiores y que cobra más que la propia Amalia Gutiérrez, la que mueve los hilos en el ayuntamiento de Villarrobledo.

El Partido Popular se reparte cuatro liberaciones. Mejor dicho, tres, porque una se la tuvieron que regalar al grupo CIVI para poder mandar en Villarrobledo:

–        Amalia Gutiérrez, teniente alcalde (2.800 €/mes + 2 pagas extras)

–        Bernardo Ortega, concejal de Cultura y Educación (2.800 €/mes + 2 pagas extras)

–        Andrés Martínez, concejal de Personal y Cristina García, concejala de Jóvenes y Mayores (se reparten los 2.800 €/mes + 2 pagas extras)

–        José Antonio Cabañero ‘CIVI’ (2.800 €/mes + 2 pagas extras)

Sin olvidar la remuneración de los tres asesores del alcalde, Valentín Bueno que cobran 3.000 euros al mes cada uno.

Medio millón de euros en indemnizaciones por despidos

A estos gastos que asume el pueblo de Villarrobledo hay que sumar el medio millón de euros que llevan ya facturados en indemnizaciones por despidos en la mayor caza de brujas que se recuerda en la localidad desde la posguerra.

Hoy, la situación de los villarrobledenses es límite con una tasa de paro de las más altas de Europa con más de 3.000 desempleados. Donde no se entiende este reparto de sueldos en plena recesión y en una situación límite para tantas familias.

Desmantelamiento de servicios. El último el cierre de la Agencia de Desarrollo Local

El PSOE denuncia que el reloj del tiempo en Villarrobledo se ha parado. “El equipo de gobierno solo se dedica a cerrar servicios y desmantelar el pueblo”. Les acusan de no convocar comisiones de Bienestar Social, a pesar, del sufrimiento de tantos vecinos de Villarrobledo y que solo lo hacen cuando no les queda más remedio.

El último de los cierres que se ha producido es la Agencia de Desarrollo Local, que ha provocado que ocho empleados más vayan a la calle. Un servicio creado en 1993, encargado de captar subvenciones europeas para proyectos empresariales en Villarrobledo y asesorar a los parados que buscaban orientación.