Normalmente el curso político comienza en toda España con los primeros días de septiembre, pero en Albacete es distinto. En nuestra provincia, los políticos no se meten dentro del «mono de trabajo» hasta que el 17 de septiembre se acaba la Feria. Una Feria que no es solamente de la capital, sino que también es de la provincia y, para comprobarlo, basta con darse una vueltecita durante cualquiera de  sus dos fines de semana y verlo uno mismo.

Pero como decíamos, el curso políticamente hablando, comienza al terminar la Feria, ya que durante los diez días feriales solamente nuestros políticos se dedican a la asistencia a actos, medios de comunicación, toros y demás lugares  de lucimiento personal.

Una vez que la alcaldesa Bayod cerró la Puerta de Hierros terminó la Feria, a las doce de la noche del pasado martes. En ese momento, los partidos políticos de Albacete encendieron los motores para encarar un otoño que, a mi juicio, no será muy frío sino todo más bien todo lo contrario. Y sobre todo el Partido Popular en el poder tendrá ante sí un importante examen, en apenas nueve meses las elecciones europeas serán un auténtico test para ver por dónde quedan  aquellos magníficos resultados que les llevaron a copar todas las instituciones, tanto nacionales, autonómicas y  a gobernar un gran número de municipios.

Hasta ahora solamente hemos conocido algunas encuestas a través de los medios de comunicación en las que se ve claramente el descenso de los populares, la no remontada hasta ahora de los socialistas y el ascenso de Rosa Díez y de Izquierda Unida. Las encuestas más recientes, las  últimas  realizadas por los partidos políticos y por el diario El País, sin embargo, ya vislumbran una caída mayor del PP, el continuado repunte del PSOE y el ascenso ya pronosticado, y en la que todos coinciden, de IU y UPYD.

Las elecciones europeas mostrarán, como decíamos anteriormente, por dónde van los tiros y aclararán mucho más las posiciones de los partidos. Algunos dirán, principalmente los perjudicados por ellas, que son europeas y que nos pillan muy lejos, pero a ellos simplemente se les puede contestar que miren los resultados de las anteriores europeas y podrán comprobar cómo se veía la tendencia alcista de un PP creciente y un desmoronamiento del PSOE en junio de 2009.

En nuestra provincia los dos grandes partidos ya han comenzado a engrasar sus maquinarias electorales y, por lo que me cuentan, los que más prisa tienen son los populares, ya que el rumor insistente que circulaba esta Feria por los corrillos de los cargos del Partido Popular es que Cospedal ya tiene decidido que Marcial Marín concurrirá como candidato a la alcaldía de Albacete, dando por amortizada a Carmen Bayod, la cual pasará al retiro político nada más  terminar su legislatura. Según se comenta en altos círculos populares, Marcial Marín podría cruzar el Tajo en dirección Albacete en los primeros meses de 2014, dejando la Consejería de Educación y poniéndose al frente de la precampaña albaceteña para que dentro del último año  pudiese conformar su equipo y darse a conocer por toda la ciudad.

No sé cómo sentarán estas noticias en el equipo de Bayod y en ella personalmente pero, por lo que  se cuenta por Toledo, con esta medida la presidenta conseguiría dos resultados: uno,  intentará no perder la alcaldía de Albacete; y dos,  sustituirá  a Marcial Marín de una forma  no traumática para el gobierno regional, ya que el consejero está muy quemado por su gestión en  Educación y Cultura.

Por su parte, el Partido Socialista también está poniendo en funcionamiento sus bases de cara a la elección del candidato/a para la capital, pero no tienen tantas prisas como los populares y no tendrán claro un candidato hasta el próximo verano, eso sí, antes de la feria de 2014 donde piensan dar toda la batalla posible, y más cuando las encuestas parece que comienzan a darles buenas noticias.

Lo cierto y fijo, hablando de los dos principales partidos con opciones a gobernar en Albacete capital, es que da la sensación que esta campaña será muy reñida y que para nada será un paseo como le ocurrió al PP en las anteriores elecciones municipales en los que sacó muchos más concejales de los que esperaba.

Estoy seguro de que en las elecciones de 2015 el partido que gane la alcaldía albaceteña lo hará por muy pocos votos y, como decía al principio, las elecciones europeas del próximo mayo serán un escaparate de por donde podrán ir  los resultados del año siguiente.

Queda mucho, pero en política las cosas no se pueden dejar para el último día y las elecciones se ganan con tiempo y con cabeza.