Las lenguas se sueltan de esa manera descarnada y descarada, mientras de reojo se miran los escotes o abdominales de post-adolescentes con descuentos en copas.
Es entonces cuando te enteras de esos secretillos ocultos de las empresas, de los partidos, de los sindicatos, de las concejalas más libertinas, o los concejales que quieren volverse a sus empresas y no saben cómo decirlo en sus respectivos grupos de presión, porque “cualquiera les dice que no”.
Es entonces cuando te hablan del daño que han hecho a nivel interno las encuestas electorales de El País, o las trifulcas en el gobierno municipal al respecto de los ‘alcaldables’, léase Equipo Marín VS Equipo Bayod. Cuando te cuentan que mejor no hablar de UGT y CCOO por si acaso se descubre aquí una nueva Andalucía. Cuando te cuentan que los alcaldes de la provincia están encantados con el nuevo partido regional y las directrices de Toledo, siempre y cuando todo coincida con las órdenes impuestas en el Paseo de la Libertad.
Las chicas de las esquinas siguen ofertando copas, los chicos de las esquinas siguen regalando sonrisas y descuentos, ajenos al ajetreo social y político, porque no nos engañemos, además de ligar, la gente necesita desahogarse, escupir malicias, verdades, bondades o cuentos chinos. ¡Qué gran favor nos hizo aquel presidente sacando a la gente a las calles a fumar! Ahora lo entretenido está en la calle.
Es entonces cuando se te acerca un trabajador de la Diputación y te susurra con aliento de gin tonic caro que lo “estáis haciendo bien porque no dejan de leeros para ver si sacáis algún trapo sucio”, mientras me pregunto a qué trapo sucio se referirá cuando lo único que hago es inventar historietas más o menos divertidas, más o menos entretenidas.
Quienes hacen periodismo de verdad son otros, los que sacan trapos sucios son otros, a quienes tendrían que temer porque conocen secretos, son otros; muchos otros, silenciados, atemorizados, censurados.
Porque la provincia de Albacete es muy pequeña, conocemos andanzas, aventuras y pasado. Y si no, hay muchas personas interesadas en darlo a conocer.
Con dos copas extra, de más.