Hace unos meses se publicó en ‘Albacete Cuenta’, las aventuras y desventuras del “comando Caldereros”. Un comando formado por los pesos pesados del Partido Popular de Albacete, al que se unió dos directores de medios de comunicación de nuestra provincia, los cuales en su primera reunión (nada más pasar las elecciones de 2011) elaboraron una lista negra de los profesionales no afines al PP y que proponían que fuesen despedidos. Dicho y hecho, estos periodistas en cuestión de unos meses, uno tras otro, fueron engrosando las listas del paro y de aquella gran comilona salió la venganza más vil contra el pan de los hijos de unos trabajadores, que el único delito que habían cometido fue no comulgar con las ruedas de molino que les imponían.
Tras utilizar las instituciones para sus venganzas y malgastar el dinero público en las indemnizaciones que ganaron los periodistas en los tribunales, continuaron reuniéndose y tratando de hundirlos y humillarlos, ya que no les bastaba con haberlos despedido, sino que también había que degradar su imagen y su prestigio profesional. El objetivo era que no encontrasen trabajo en los medios, por lo menos antes de las elecciones.
En una de esas reuniones también se acordó que uno de los comunicadores, encabezase la lista municipal del Partido Popular en Chinchilla, ya que no les basta que el susodicho tuviese un trabajo bien remunerado, sino que también querían para él más poder, poder de una gran alcaldía y poder para montar una gran cadena de radio de emisoras municipales desde Chinchilla.
Que esto saliese a la luz pública hace unas semanas, aireándose este plan que hasta entonces estaba oculto, ha hecho que se pongan de uñas y no paren de lanzar dardos, no envenenados, sino envenenadísimos, y también que estén tomando muchas más precauciones para que no los vean juntos, antes pasaban desapercibidos, ahora todo el mundo los conoce.
Están tomando tantas precauciones que fruto de ello es que hace unas semanas se volvieron a reunir, pero ya no en la calle Caldereros (donde engullen con frecuencia), lo que hubiese sido muy descarado, sino que eligieron un restaurante, eso sí conocido, pero del extrarradio y el motivo no fue otro que ver como se reparte entre los medios amigos el pastel de la publicidad institucional, tanto de Junta, Diputación y Ayuntamiento de Albacete, con sus organismos autónomos de cara a la próxima campaña electoral municipal y autonómica donde tanto se juega el Partido Popular.
También “el comando Caldereros” diseñó la estrategia para promocionar al candidato popular a la alcaldía albaceteña, tan desconocido para la ciudad. Lo primero que han hecho es llevarlo a sus medios afines y también dar la directriz para que se aproveche cualquier noticia sea de lo que sea, para contar con su opinión, poniendo siempre la coletilla de que es el candidato a la alcaldía de Albacete.
Lo tiene duro el “comando Caldereros” ya que todo el mundo los conoce, y lo mejor, conocen sus conspirativas actividades y saben que si el Partido Popular no gana las elecciones, para ellos también hará mucho frío fuera después de mayo.