A veces te despistas y viene, como un chispazo pero eres incapaz de apresarla entre el block de notas de la mochila, el Word del ordenador o las notas de audio del teléfono móvil, pero vienen, vienen a miles.
Yo soy uno de esos manchegos que adoran hasta lo sanguinario su tierra, pero al mismo tiempo critica una y mil veces el terruño en el que vive, malvive, sobrevive y bienmuere. Porque cualquier persona de bien es consciente de que criticar se critica para mejorar, menos algunos malencarados que lo hacen para fastidiar (de esos tenemos ‘a patás’, aunque no es exclusivo de La Mancha manchega)
Gracias a las buenas artes de la maestra Maricruz, mi hijo pequeño me destrozó con una de esas frases que solo un niño es capaz de articular, aunque también es posible que la haya oído y absorbido en cualquiera de los lugares por los que se mueve. Por suerte para él y gracias a las malas artes de esta maestra, todavía puede expresarse y no limitarse a repetir y memorizar.
Me la soltó mientras paseábamos por el centro y vio reflejada en un escaparate la imagen del recinto ferial. Te la pongo para que sepas de qué hablo.
La frase era tan sencilla como lo que sigue: «Papá, ya sé por qué la Feria de Albacete tiene forma de bombilla. Es porque en Albacete tenemos muy buenas ideas».
Por supuesto que sí, en Albacete, desde Caudete a Villarrobledo, desde Villapalacios a Balsa de Ves, tenemos buenas ideas. No vaya a pensar algún listillo que es cosa solo de los capitalinos, que además rima con lechuguinos.
Las ideas que tenemos en Albacete son geniales, a veces nos colamos en televisión, a veces nos colamos en un despacho de Madrid, a veces llegamos a Alemania y nos colamos en el despacho de la Merkel (si no lo digo exploto), porque cualquiera sabe que o te atiende la Merkel o eres un donnadie.
Así que le propino una buena patada a la historia y que me perdone Aurelio Pretel: el recinto ferial tiene forma de bombilla porque en Albacete tenemos ideas buenas, normales y corrientes no, buenijmas.
Otra cosa es que seamos capaces de escribirlas a tiempo en un cuaderno, expresarlas con tino, conseguir perras para ponerlas en práctica, que no nos las roben por el camino y que, finalmente, las convirtamos en algo bonico, rebonico e incluso estupendo.
(Ah, esta semana se ha desarrollado en Albacete el Foro de Emprendedores. Y hace bien poco se juntaron aquí decenas de los mejores hackers del mundo. Unos hicieron cosas de emprendedores y otros cosas de hackers).