#LaChicaDelTren y su familia llevaba solo 24 horas en Valencia cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez dio su discurso, ante todos los españoles, para declarar el Estado de Alarma por el coronavirus.
En la televisión de su casa, se escuchó la intervención de forma religiosa, hasta el final.
Cuando se acabó, hubo un momento de silencio antes de que se empezaran a oír los comentarios. La conversación fue de lo más tranquila. Se había entendido la gravedad de la situación pero se sentían muy seguros. Rápidamente, supieron lo que tenían que hacer y juntos decidieron cómo organizarse: quién iría a comprar, con qué frecuencia, las medidas de higiene que había que reforzar…
Esa tranquilidad frente a una situación sin precedentes para #LaChicaDelTren y su familia se debía en gran parte a la comunicación de Pedro Sánchez.
Las palabras elegidas: «movilizar», «colaborar», «proteger» (a los más vulnerables). El tono adoptado, didáctico; el enfoque del mensaje, la unidad a través del reconocimiento a las comunidades y la gratitud al personal sanitario, colocaron al país en uno de sus papeles más importantes: el del Estado protector. Y cuando uno se siente protegido, se siente seguro. Y eso se notó a la mañana siguiente en las calles. La gente cumplió con su deber y se quedó en casa.
En cambio, en Francia la postura fue totalmente distinta.
En esos primeros días de confinamiento en España, #LaChicaDelTren se mantenía informada gracias a Internet y a parte de su familia y amigos que estaban en París. El país se dirigía también hacia la cuarentena y la familia decidió volver a Francia por carreterra, antes de que se complicaran los desplazamientos entre los dos países.
Allí, pudo escuchar al presidente francés, Emmanuel Macron como declaró «l’état d’urgence» (estado de alarma) el 20 de marzo en un discurso de lo más belicoso. Se dirigió a los franceses como si él fuera un jefe de guerra. De hecho, se pudo oír la palabra «guerra» como seis veces. Así, los franceses se convirtieron en soldados que tenían que combatir al «enemigo invisible», el coronavirus). Esa declaración dejó a Francia en estado de tensión máxima. A la mañana siguente, los franceses, al borde del pánico, tomaron por asalto las farmacias y los supermercados.
Una misma situación pero dos países con su propia cultura, con su historia, dirigidos por individuos de horizontes políticos lejanos. Dos formas de sentir el papel del Estado, dos formas de comunicarse con sus pueblos y de levantar el compromiso colectivo. Y, en medio esa situación #LaChicaDelTren, como siempre hizo, elige lo que mejor le sienta de ambos paises 😉