La cadena de suministro de alimentos y la mano de obra en el campo castellanomanchego está garantizada si todos ponemos de nuestra parte. Una extensa región del tamaño de Portugal que, gracias la Real Decreto convalidado por el Congreso de los Diputados este miércoles y a la Orden publicada hoy en el Documento Oficial de Castilla-La Mancha firmada por los consejeros de Agricultura y Economía, Francisco Martínez Arroyo y Patricia Franco, respectivamente, permite la movilidad de los asalariados del campo entre las cinco provincias para garantizar las cosechas durante la emergencia sanitaria.
"por la que se determina, para el ámbito territorial de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, el criterio de proximidad al centro de trabajo a los efectos previstos en el artículo 2.2. del Real Decreto-Ley 13/2020, de 7 de abril, por el que se adoptan determinadas medidas urgentes en materia de empleo agrario". [2020/2682]
De esta manera, tanto el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; como el de la Junta, Emiliano García-Page de forma muy coordinada se anticipan a las campañas de verano, fundamentalmente para los cultivos de ajo y otras hortalizas típicas de la zona, hasta llegar a la vendimia en la bodega del mundo que es Castilla-La Mancha y donde sus nueve denominaciones de origen de vino: La Mancha, Manchuela, Valdepeñas, Uclés, Méntrida, Mondéjar, Ribera del Júcar, Almansa y Jumilla, se están beneficiando del aumento de ventas en la distribución y, además, de porner en marcha campañas digitales e implementado su venta online.
Para reducir los costes asociados a esta nueva normativa, además, el Gobierno de Castillla-La Mancha ha ofrecido los autobuses escolares, que están sin actividad, para trasladar los trabajadores a los campos de la extensa región de 80.000 kilómetros cuadrados y 188.000 parados. Todos lo que no estén en un ERTE podrán compatibilizar el salario agrario con la prestación por desempleo. Una buena medida para incentivar las ganas de la ciudadanía, muestra de la sensibilidad del Gobierno de España para ayudar a los agricultores y ganaderos de su país.
Además, cientos de estudiantes podrían recibir una remuneración extra para la economía familiar cobrando el Salario Mínimo Interprofesional, recientemente aumentado y en algunos casos incluso más, si deja de contratarse mano de obra barata. O para muchos de los hijos del éxodo rural que se marcharon a vivir otras regiones más prósperas, en torno al turismo. Ahora el campo podría ofrecer mucho empleo de calidad.
Tambien es una oportunidad para regularizar la situación de decenas de seres humanos que están viviendo en condiciones infrahumanas en los asentamientos de Albacete, como los de las Carretera de las Peñas, Carretera de Valencia y Camino de la Pulgosa. Muchos de ellos ya trabajan en la agricultura, como temporeros, en su mayoría en campos de Murcia y cobran entre 20 y 30 euros al día –menos de la mitad del salario legal–, explotados por un capataz, que suele ser otro migrante o españoles locales. La mayoría no tienen derecho a vivir y trabajar en España, por lo que tienen miedo a denunciar. Los recogen por las mañanas en furgones para llevarlos al tajo y se quedan con parte de su dinero. Cuando vuelven para dormir, sufren peligro de incendios ante el hacinamiento en condiciones de extrema gravedad en la que malviven, poniendo en riesgo su vida y, ahora, la de los demás albaceteños.
Una preocupación que compartimos con Italia, donde según publica hoy La Vanguardia, «el miedo ahora es doble: no sólo que se pierdan las cosechas, sino que, además, el crimen organizado aproveche la situación de emergencia para infiltrarse todavía más en el sector agrícola. ‘Es obvio que si no regularizamos pronto a los trabajadores, las mafias se aprovecharán. El Estado debe actuar rápido, si no será una oportunidad para ellos'». Son las palabras de la ministra de Agricultura, Teresa Bellanova, quien en el Senado italiano presentó su propuesta para regularizar a parte de estos migrantes. “O es el Estado quien se hace cargo de la vida de estas personas o será el crimen quien se aproveche de ellos”, avisó Bellanova, que empezó a trabajar ella misma como jornalera por cuatro duros en su adolescencia.
Por su parte, Comisión Europea ha presentado un paquete de ayudas para el sector agrario. Entre ellas, permite el almacenamiento privado de productos lácteos como leche en polvo, mantequilla y queso y de productos cárnicos de ovino, caprino y vacuno. Es una de las demandas de la organización agraria UPA que favorecerá la reducción temporal del exceso de oferta, provocada por el cierre de bares y restaurantes, dentro del estado de alarma. Con esta iniciativa se flexibiliza la gestión de los fondos para permitir a estos sectores afrontar mejor la crisis.
Aun así, se necesitan más reuniones para llegar a una solución acorde con la crisis, que dé una respuesta única para todos los Estados Miembros y que cuente con un fondo de recuperación del continente y que tenga en cuenta la nueva realidad mundial, sin dejar a nadie atrás.